jueves. 28.03.2024

El Real Mallorca ha estrenado ya su casillero de ridículos, que se presume amplio en una Liga en la que los de Valery Karpin han demostrado en tres partidos ser un equipo vulgar y ramplón. Ante el Leganés, los isleños se han visto ampliamente superados por uno de los peores equipos de la categoría, y han evidenciado que se va a sufrir para mantener la categoría. Un desastre absoluto en un equipo en el que ningún delantero ha anotado todavía, en el que el técnico ha de alinear a un hombre de 39 años tras 13 fichajes, y en el que Michael Pereira acaba de improvisado delantero.

La suerte se ponía de cara para los bermellones, que a los 15 minutos veían cómo el Leganés estrellaba un balón contra el poste derecho de Cabrero, y ocho minutos después se adelantaba en el marcador. Agus remata de cabeza a la perfección un saque de esquina servido por Marco Asensio para poner el 0-1.

El Mallorca, sin hacer nada, dominaba el marcador ante un rival ínfimo. Pero ya en la reanudación, los isleños tirarían de su particular manual de pifias para dejarse remontar. Primero llegaría el empate en el minuto 16. Borja Lázaro remata de cabeza un balón servido desde banda izquierda, y el portero del Mallorca sólo puede ver cómo se cuela el esférico.

Y sólo tres minutos después, sería nuevamente Borja Lázaro el que anotaría para voltear el marcador y castigar duramente la patética indolencia bermellona, después de una jugada en la que la inoperancia de Agus quedaría nuevamente en evidencia.

El mayor ridículo estaba aún por llegar. En el 30 de la segunda, Borja firmaba su hat-trick al rematar de cabeza un córner. El 3-1 hacía la justicia a la deplorable imagen de un Mallorca que ha encontrado su camino, muy parecido al de la temporada pasada: la lucha por evitar el descenso a la segunda división B salvo cambio radical difícil de prever en el actual contexto.

El Mallorca estrena el casillero de ridículos