viernes. 19.04.2024

La actual Junta del Colegio Oficial de Enfermería de les Illes Balears (COIBA) denuncia las maniobras ejercidas desde el Consejo General de Enfermería por la candidatura afín al CGE, encabezada por Miguel Reynés. Creen un abuso de poder "carente de la más mínima ética" la estrategia del CGE con el fin de invalidar cualquier candidatura que no le sea afín, "todo ello para acceder al gobierno sin necesidad de elecciones".

Indican en un comunicado que la candidatura que resultó elegida para conformar la actual Junta de Gobierno siguió pulcramente las reglas que se indicaron en la convocatoria a las pasadas elecciones, no haciendo sino lo que la Mesa Electoral le ordenó para poder concurrir a las mismas. No obstante, Reynés presentó recurso ante el Juzgado de lo Contencioso nº 2 de los de Palma que actualmente está conociendo el mismo, restando únicamente el dictado de la sentencia.

Sin embargo, ahora, y estando previsto celebrar nuevas elecciones, pues el mandato de la actual Junta finaliza este mes de diciembre, denuncian que el Consejo, arrogándose la competencia para resolver -y soslayando que la Mesa Electoral de un Colegio no es un órgano de éste, y no tiene superior jerárquico, siendo sus decisiones únicamente susceptibles de resolverse ante la jurisdicción contenciosa administrativa-, ha decidido, "en el más puro arbitrario ejercicio del Derecho, y dicho en términos gráficos, asaltar, secuestrar y entregar el Colegio a Reynés" sin necesidad de presentarse éste a las próximas elecciones establecidas estatutariamente, y a sabiendas de que su candidatura en las pasadas elecciones no fue la escogida por las colegiadas y colegiados de Baleares.

Para la Junta no es concebible que decidiendo la Mesa electoral que su candidatura podía presentarse y concurrir, al igual que la encabezada por Reynés, a las elecciones de 2010 y presentar cada una sus respectivos programas a fin de que los colegiados/as votaran en conciencia y libremente, habiéndolo además así indicado el propio Juzgado de lo Contencioso mediante auto judicial de 15.12.10 cuando Reynés propuso suspender tales elecciones, resulte ahora que el Consejo se erija como el órgano encargado de resolver, habiendo sido su decisión pretender entregar el Colegio, ya no a quien no resultó vencedor, "sino al que le es afín y al que siempre el Consejo ha venido apoyando desde la sombra".

La Junta de Baleares ha dado instrucciones a sus servicios jurídicos para presentar las pertinentes acciones que procedan, pudiendo avanzar que se ha acordado comunicar cuanto ha acontecido al Juzgado de lo Contencioso a fin de que ponga coto y deje en suspenso la decisión del Consejo General, e igualmente así ponerlo en conocimiento de la Conselleria de Presidència para que se abstenga de acceder a las pretensiones de Miguel Reynés y del Consejo General encaminadas a que su candidatura se inscriba en el Registro de Colegios Profesionales, causando baja la actual candidatura. Sin perjuicio de cuantas otras acciones se considere oportuno postular.

Causa asombro a esta Junta de Gobierno argumento "tan surrealista" como que la candidatura que resultó electa por amplia mayoría, encabezada por la actual presidenta, Rosa María Hernández, no gozaba de paridad de género, pues solo disponía de un 22% de hombres (4/19), lo cual, en un colectivo formado por más de un 85% de mujeres, es más que absurdo. "Aún más adquiere tintes de desfachatez cuando en la propia Comisión Ejecutiva del CGE, de ocho miembros solo dos son mujeres" afirman.

Explican desde el COIBA como tan absurdo como lo anterior, es que tres de los candidatos elegidos sean profesores universitarios, a los que califica de "no ejercientes"; afirmación que resulta insultante para la profesión y que denota gran ignorancia y falta de sensibilidad por parte de la candidatura que el CGE quiere imponer al colectivo profesional de las Illes Balears, pues la docencia, junto con la asistencia, la investigación y la gestión, forman parte de las cuatro funciones básicas de la profesión enfermera, tal como consta en los Estatutos Generales de la Organización Colegial de Enfermería y de Ordenación de la Actividad Profesional (R.D. 1231/2001).

Por su parte, la Junta de Gobierno del Coiba ha sido muy crítica con el CGE, especialmente en la cuestión de la llamada “Prescripción Enfermera”, pues al presentarla el CGE como una nueva competencia, y no como lo que es: una parte más del desarrollo competencial adquirido en la universidad --tal como lo reconoció la Conferencia de Decanos de Facultades de Enfermería-- lo que ha primado el CGE es llevar a cabo una costosa y lucrativa formación destinada a más de 260.000 enfermeros de todo el Estado español, que han debido financiar los propios profesionales a través de sus cuotas, en lugar de atender a las verdaderas necesidades de los enfermeros y también de los pacientes, instando a una regulación normativa que equipare a dichos profesionales con otros que, como los podólogos, con igual o menor formación en farmacología, no están sujetos a las restricciones que la ley impone a las enfermeras.

Desde el COIBA afirman que este "nuevo golpe a la democracia" en un Colegio Profesional le supondría al CGE cuatro años de interesada tranquilidad, especialmente cuando parece próxima la aprobación de la nueva Ley de Colegios Profesionales que obliga a mayor transparencia en la gestión y rendición de cuentas -recordando que las elecciones al CGE también están próximas, y que el Presidente del Consejo es elegido por los Presidentes de los Colegios-, ya que, como se ha dicho, al estar prevista la celebración de elecciones a primeros de 2015, no solo derrocaría manu militari a la actual Junta elegida democráticamente, sino que eliminaría la posibilidad de elecciones al menos en otros cuatro años, impidiendo el derecho de participación y de concurrencia de todos los colegiados, a lo que el COIBA, se opondrá con rotundidad.

Denuncian un "golpe de estado" en el Colegio de Enfermería de Baleares