jueves. 28.03.2024

Fragmenta publica 'Violencia y monoteísmo', del egiptólogo Jan Assmann, con una introducción de Lluís Duch

Tanto en Oriente como en Occidente se recurre a la religión para forjar imágenes de enemigos y movilizar a las masas. La religión deja de ser el opio del pueblo y se convierte en dinamita. Jan Assmann se enfrenta directamente a estas constataciones y propone que la fuerza de la religión, contrapoder de la política, se apoye precisamente en el abandono de la violencia.

Jan Assmann se pregunta en esta obra hasta qué punto el monoteísmo ha sido el principal instigador de innumerables situaciones de violencia y persecución del «otro religioso» que secularmente han asolado la convivencia y la buena vecindad de las poblaciones europeas. El presunto retorno de la religión no ha conducido a más pacificación, sino que ha supuesto un incremento terrible de violencia y de conflicto en la Tierra. La religión se ha convertido en el combustible más eficaz de la violencia política: en lugar de educar a las masas con vistas a la paz, las galvaniza, las arrastra a manifestaciones y a veces a actos de violencia, e incluso incita a algunos individuos a cometer actos terroristas.

Jan Assmann cree que los tiempos en que se podía interpretar la religión como el opio del pueblo han terminado. Hoy, la religión se presenta más bien como la dinamita del pueblo. Tanto en Oriente como en Occidente, grupos opuestos recurren a la religión cuando se trata de forjar imágenes de enemigos y de movilizar a las masas. En lugar de convertirse en la servidora de la política, la religión ganaría si se aprehendiera como un contrapoder frente a la política. Su fuerza debería apoyarse —propone Assmann— precisamente en el abandono de la violencia.

Jan Assmann (Langelsheim, Alemania, 1938) es catedrático emérito de egiptología de la Universidad de Heidelberg, profesor honorario de la Universidad de Constanza y doctor honoris causa por las universidades de Münster, Yale y Jerusalén. Ha sido profesor visitante en París, Jerusalén y los Estados Unidos. Entre sus áreas de investigación se cuentan los estudios religiosos (especialmente la relación entre politeísmo y monoteísmo), la teoría de la cultura (la memoria cultural) y la religión y la literatura egípcias. Entre sus publicaciones traducidas al castellano destacan Moisés el egipcio (Oberon, 2003), Egipto. Historia de un sentido (Abada, 2005), La distinción mosaica (Akal, 2006), Religión y memoria cultural (Lilmod) e Historia y mito en el mundo antiguo (Gredos, 2011). En Fragmenta publica Violencia y monoteísmo (2014). Junto con su esposa, Aleida Assmann, ha desarrollado la teoría de la memoria cultural y comunicativa. Según Lluís Duch, el proyecto de Assmann «constituye un alegato de gran interés y actualidad a favor de una aproximación crítica a la tradición».

Fragmenta publica 'Violencia y monoteísmo', del egiptólogo Jan Assmann