Entre las prioridades de Rafa Nadal de cara al 2015 no figura el liderato de la ATP. El de Manacor se ha desmarcado de esta pelea, que ahora parece solo cosa de dos: Novak Djokovic Roger Federer.
Ante sus muchos meses de ausencia, arrancará el 2015 como número tres del mundo. Nadal lleva un tiempo entrenando tras su operación de apendicitis y en la vuelta al cole está notando los primeros síntomas de la inactividad. "Al principio tienes pequeños dolores, pero son cosas lógicas de volver al trabajo", dijo en un acto publicitario con KIA. Las agujetas son un incordio incluso para el nueve veces campeón de Roland Garros y una de las mayores apuestas de tenis que ha visto betfair dentro de una pista. Bien es cierto que no le quitan el sueño. Si lo hacen en parte lesiones más serias y que le han acompañado en los últimos años. Ante todo quiere evitar molestias en las rodillas, espalda y muñecas porque ya ha visto como le han obligado a acortar la temporada.
A Nadal se le ha visto compartir pista de entrenamiento en Mallorca con otros profesionales de la raqueta como Pablo Carreño (51) y el francés Richard Gasquet (26). Los dos han colaborado para que Nadal alcance el ritmo de competición que desea.
Sus sesiones están contando con una carga física de trabajo importante y el tenista se ha visto así mismo "buena actitud" y "mucha intensidad". En poco tiempo necesita alcanzar un nivel óptimo, ya que el primer grande se encuentra a la vuelta de la esquina. El Open de Australia abrirá el telón el próximo 17 de enero y Nadal no compite desde su derrota en segunda ronda en el Masters de Shanghái. Duda de si podrá estar a la altura de las circunstancias en Melbourne. Si no fuera posible, espera que la tierra le sirva trampolín al éxito como de costumbre. Anticipará el contacto con su superficie predilecta, apuntándose a parte de la gira por Sudamérica. Ha confirmado su presencia en el torneo de Río de Janeiro y en el de Buenos Aires también. Ya en 2013 se tuvo que borrar de Australia y el curso empezó para él por estos lares.
La agenda de Nadal está cargada tanto dentro de la pista como fuera de ella. En plena pretemporada ha aprovechado para acudir a un acto de KIA y en ampliar su repertorio profesional, convirtiéndose en embajador de la marca Tommy Hilfiger. Detrás de él siempre ha habido un micrófono y nunca ha tenido reparos en tratar todos los temas de actualidad, siempre que no sean relacionados con la política. Hace poco se negó a dar su opinión sobre Podemos. En cambio, ha hablado una vez más, alto y claro, sobre la polémica con la capitanía de la Copa Davis. Sigue sin ver a Gala León como la más indicada para el puesto y pidió una oportunidad para extenistas como Alberto Berasategui, Juan Carlos Ferrero o Sergi Bruguera, que a su juicio "se lo merecen". Se trata de un debate "méritos, no de género”, recalca una y otra vez.
