Ya se sabe que las derrotas enturbian el ambiente y provocan decepción en los aficionados, también entre los más acérrimos, los peñistas.
Entre las peñas del Mallorca el ambiente también es de decepción por la nueva caída del equipo, pero no se entienden según qué reacciones. Por ejemplo, el de un miembro de la junta de la Federació de Penyes que mandó whatsapps a los compañeros diciendo que si seguía el Nano Soler como entrenador no acudiría a la paella gigante de este sábado (acto organizado por la Federació y el Club dentro del programa de actividades de animación pre-partido).
Se entiende entre algunos peñistas que la mala marcha deportiva no puede justificar esas posturas, y máxime cuando lo que más se necesita es apoyo y unión. Pero no hay que olvidar que las peñas también han vivido una situación convulsa y de enfrentamiento en los últimos años hasta la llegada de Claassen a la presidencia. Hay que recordar el golpe de estado en la Federació promovido por Serra Ferrer con el trabajo del célebre Barralet y apoyo de Toni Tacha para hacer el trabajo sucio a Serra y desbancar a Rafael Martorell y su junta, críticos con la gestión del Club de aquellos tiempos por parte de Serra.