jueves. 28.03.2024

Las conocidas como party boats podrían convertirse en una nueva amenaza para la imagen de Magaluf, al menos según la información publicada estos días por el diario El Mundo, donde leemos las instrucciones que desde una empresa dedicada a comercializar este tipo de excursiones se lanzan a sus comerciales: engañar a los clientes respecto al alcohol que podrán encontrar a bordo, venta del producto con los juegos sexuales como reclamo, y tácticas para huir del control policial son sólo algunas de las consignas que se pueden leer en un documento interno que se reparte a los vendedores de party boats.

Desde el sector turístico ya han reaccionado, y algunas entidades de comerciantes, como Acotur o la Asociación de locales de ocio de calvià, advierten que nos podríamos encontrar ante una nueva y emergente problemática, toda vez que al menos en principio las excursiones etílicas -más conocido como pubcrawling- sufrirá una mayor persecución gracias a la inminente entrada en vigor de la nueva ordenanza, mucho más restrictiva que la anterior.

Desde la conselleria de turismo, Jaime Martínez advierte de que se van a incrementar los controles sobre este tipo de fiestas, mientras que el responsable de comercio del ayuntamiento de Calvià, Joan Feliu, destaca el terrible daño que e su opinión pueden hacer a nuestro destino este tipo de actividades, que ya han crecido durante los últimos veranos, pero que podrían vivir su apogeo precisamente en el verano que está a punto de llegar.

Las party boats ofrecen a los jóvenes turistas tres horas de desenfreno en alta mar con barra libre de sangría y cerveza. Los juegos sexuales siguen siendo su principal reclamo pese al escándalo que el pasado año provocó la introducción de estas prácticas en las excursiones etílicas, saldadas con un vídeo en el que una joven irlandesa realizaba dos docenas de felaciones a otros tantos compatriotas en apenas un par de minutos.

Las party boats amenazan de nuevo la imagen de Magaluf