El Real Mallorca ha dejado por fin la permanencia atada tras derrotar este sábado al Numancia (1-2), en un partido gris y que se ha resuelto en dos zarpazos de los bermellones. Los isleños no han sido mejores que su rival, pero han sabido aprovechar sus ocasiones -y también los regalos de la defensa local- para sumar tres puntos que, combinados con el resto de resultados, hacen que la permanencia en la Liga Adelante sea ya una realidad no matemática.
El conjunto bermellón se ha adelantado en el marcador en el primer cuarto de hora gracias a un gol de Javi Ros, pero la alegría ha durado muy poco porque en apenas unos instantes el ex-mallorquinista Julio Álvarez ponía de nuevo el empate con el que se llegaría al descanso.
Ya en la segunda mitad, y cuando faltaba apenas un cuarto de hora para llegar al 90, una gran asistencia de Javi Ros es aprovechada por Xisco Jiménez para romper la espalda de los centrales y con una vaselina desde la frontal del área, batir al guardameta del Numancia para poner el 1-2 definitivo.
En los minutos 'extra' ambos equipos se han quedado con diez futbolistas por la expulsiones de Pedraza (doble amarilla) y de Xisco, que ha visto la tarjeta roja de forma directa de manera tan absurda como rigurosa por empujar a un contrario.
Los tropiezos -una vez más- de los equipos que están situados tras el Mallorca en la clasificación (empate del Osasuna, derrotas del Recre y Racing) permite al conjunto de Miquel Soler ampliar su colchón respecto al descenso, con tan solo cuatro jornadas para que acabe el Campeonato. Los próximos siete días serán ya decisivos, al disputarse dos partidos: el miércoles, en Son Moix contra la Ponferradina, y el próximo domingo electoral a partir de las 21.00 horas frente al Albacete en el Carlos Belmonte.
En todo caso, el triunfo de este sábado ante el Numancia hace que la permanencia en la categoría de plata sea ya una realidad, tras una temporada para olvidar en la que el Mallorca ha vuelto a decepcionar a sus seguidores.
