Así lo destaca un informe del Instituto de Criminología británico que ha realizado un estudio sobre el índice de criminalidad en las principales economías del mundo. Siendo Bélgica el estado que se sitúa a la cabeza, España se coloca en segunda posición con 1.188 delitos por cada 100.000 habitantes, y en contra de lo que se cree, por ejemplo México arroja un resultado de 607 con respecto al mismo grupo poblacional, Chile 456, Portugal 192 y Francia 181.En los países con menos delitos destaca Japón, con 4 casos por 100.000 habitantes.
Por el contrario en robos en domicilios, España se sitúa por debajo de la media, concretamente en el puesto 25 con 420 denuncias por 100.000 habitantes.
El informe sigue enumerando por clases de robos, de vehículos, con fuerza en viviendas, etc. destacando también los robos en comercios, ya sean minoristas o grandes superficies. Robos al descuido suponen grandes pérdidas para muchas empresas, por lo que cada vez más recurren a sistemas de vigilancia y alarmas, como por ejemplo las alarmas de ropa SIDEP, la cual se detecta al intentar tan solo acercarse a la salida del comercio, siendo el sistema más utilizado en ventas de textil.
El Ministerio del Interior ha destacado que la criminalidad en lo que a homicidios y asesinatos se refiere ha descendido un 25%, por el contrario los robos con fuerza han aumentado un 4%, y un 3’9% los que usan además la intimidación. En nuestro país se da el caso de 4,2 personas han denunciado asaltos en los últimos 12 meses, lo que nos coloca dos décimas por delante de la media de la OCDE, que están en el 4%. Este organismo indica que el 73% de los españoles se sienten seguros cuando deambulan solos por la calle, pero es indiscutible que los delitos por hurto y robo en viviendas, empresas y comercios han aumentado en los últimos tiempos. La crisis, la falta de empleo y la falta de recursos de muchas empresas han hecho que recorten gastos en seguridad y vigilancia, lo que repercute directamente en que el delincuente tenga más facilidad de planificación a la hora de cometer un delito.
