El 20 de Junio de 2014 Miguel Ángel Nadal era nombrado nuevo director deportivo del RCD Mallorca, y con ello Utz Claassen, entonces consejero del Club que propuso su nombramiento, hacía posible su retorno a la entidad del jugador mallorquín más lauredado de la historia.
Nadal se había marchado del Mallorca harto de Serra Ferrer, tras haber sido accionista y segundo entrenador de Michael Laudrup, e incluso dirigir el equipo un partido tras la marcha del danés. Pero la llegada de Caparrós y el ninguneo de Serra provocaron la marcha del manacorí, pero sobre todo su hartazgo de la imagen que proyectaba el Mallorca de Serra.
Nadal cumple su primer año como director deportivo y muchas cosas han cambiado, el presidente y máximo accionista ahora es Utz Claassen, y con él lleva días afrontando la decisión más trascendental del futuro inmediato del Mallorca, la elección del nuevo entrenador.
Tras un primer año complicado, en el que su trabajo se vio estropeado por la irrupción de Dudu Aouate como supuesto comprador del Club, Nadal trabaja ahora con mayor tranquilidad. Una primera temporada discreta, difícil, y anómala, con una planificación que se fue al traste en un momento clave, antes de iniciar el campeonato, con la entrada de Aouate. El israelí destituia a Soler y nombraba a Karpin como entrenador, marginaba a Nadal y decidía fichajes junto al agente Fali Ramadani.
Si algo ha marcado la gestión de Nadal ha sido la calma, alejado de las estridencias, ha mantenido la calma en las situaciones de más zozobra deportiva, y mirar lo mejor para el Club, hasta el punto de haber aguantado a Karpin, entrenador que no había nombrado él, todo el tiempo que fuera razonable. Nadal sólo apostó por la destitución del ruso cuando la caída libre parecía imparable, a un punto del descenso y tras tocar fondo ante el Leganés.
El director deportivo volvió a apostar por Soler, pero no por amiguismo como acostumbran a reprochar los sectores más hostiles hacia el Club, sino porque en aquel momento de la temporada consideraba más aconsejable nombrar al técnico que había iniciado la temporada, y que conocía a la inmensa mayoría de jugadores.
Miquel Soler consiguió el objetivo de no pasar apuros y salvar al equipo cuanto antes, a tres jornadas del final, pero durante la temporada se erosionó bastante la imagen del técnico por las fricciones con un vestuario viciado y consentido, y algunos desencuentros en la sala de prensa. Nadal pudo haber destituido a Soler tras la ridícula derrota ante el Racing, en la que los jugadores del Mallorca regalaron el triunfo al Racing, pero una vez más cuando se clamaba contra el Nanu, Nadal mantuvo la calma de acuerdo con Claassen y apostó por la continuidad y llamar a capítulo a los jugadores. Eso sí, la decisión de no seguir con el Nanu para la siguiente temporada ya estaba casi tomada.
Nadal participó en todas las conversaciones del presidente Claassen con los futbolistas precisamente después de esa derrota ante el Racing, la categoría parecía en peligro. Y a pesar de las críticas y que el propio técnico Soler haya reprochado al final dichas reuniones, al menos se produjo una reacción.
¿Y el Barcelona?
Miguel Ángel Nadal ha sonado para el Barcelona, según algunos medios de comunicación Luis Enrique podría haber solicitado su incorporación al club, pero de momento no se ha producido ningún movimiento en este sentido, al menos que haya trascendido, y el Club no tiene noticia alguna.
Nadal tiene claro que para la próxima temporada el equipo debe tener mucha más competitividad, que no calidad, pues no se considera que faltara calidad en el equipo de esta temporada, sino competitividad. Y en ese sentido, la elección del entrenador es clave, de ahí las entrevistas con los técnicos de los últimos días.
Nadal fichó a Cabrero, Cendrós, Truyols, Saborit, Arana, Bustos, Ros, Fofo, renovó a Martí . Apostó por la continuidad de Pereira, rebajó la ficha a Joao, una de las más caras, renovó a Vallejo (ahora lesionado) y en el mercado invernal acertó con los fichajes de Xisco Jiménez, Yuste y Joselu, aunque su mayor lunar es el fichaje de Riera, por el comportamiento del jugador en rebeldía. Si a alguien ha dejado mal Riera es precisamente a Nadal, que apostó por él cuando no tenía equipo.
La misión más complicada ahora para Nadal es conseguir equipo para jugadores que han demostrado no tener nivel o compromiso, entre ellos los que trajo Aouate, jugadores como Markovic o Assulin.
