viernes. 29.03.2024

Cielo despejado, algo de agua que en forma de lluvia habrá refrescado el ambiente a primera hora del día, 21 grados centígrados y una enorme luna llena de agosto que acompañará a los 'marxaires' desde es Güell hasta el monasterio de Lluc. Así de atractiva se presenta este año la edición del Güell a Lluc a Peu, que este fin de semana -la noche del sábado al domingo- reunirá a un mínimo de 10.000 personas para cumplir con la tradición que sin saberlo inauguró un lejano 18 de julio de 1973 Tolo Güell.

Ahora, la Asociación de Protección Ciudadana Grup Güell es la encargada de organizar una marcha en la que cuatro de cada cinco participantes no alcanza los 25 años, como nos explica su responsable Pep Egea. Destaca Egea el duro trabajo que se esconde detrás de una prueba de estas dimensiones, aunque admite al mismo tiempo que la gratificación es 'enorme' al ver cuánta gente disfruta de una noche diferente a cualquier otra que nos podamos imaginar.

En Es Güell a Lluc a Peu encontramos todo tipo de participantes; desde los que sólo se lo toman como un divertimento sin preocuparse apenas de si llegarán hasta lo alto de la montaña, hasta los que participan edición tras edición tratando incluso de mejorar sus propios registros. 'Por lo menos que no nos pille el sol caminando', señala un veterano participante de este prueba ya mítica.

La cita para quien quiera tomar parte en estos más de 40 quilómetros de reto personal, magia y diversión está abierta, y puede todavía inscribirse hasta el mismo día de la prueba. Lo más importante: llevar un calzado adecuado, ir lo más ligero posible de equipaje, y avituallarse en las zonas instaladas al efecto. De esta manera, en unas ocho horas -quizás algo más, no hay prisa- se encontrará en el monasterio de Lluc, y ya formará parte de la leyenda en que se ha convertido Des Güell a Lluc a Peu.

'La noche del sábado será perfecta par caminar hasta Lluc a Peu'