viernes. 19.04.2024

La semana que hoy empieza se hablará y mucho de cuáles deben ser los límites del turismo: hasta dónde estamos dispuestos a ceder territorio, sostenibilidad y calidad de vida para asumir turistas en Baleares.

Aunque este verano no se hayan llenado los establecimientos hoteleros, como recordaba días atrás la presidenta de la FEHM Ibnma de Benito, la realidad actual es que el alquiler vacacional ha multiplicado las posibilidades de alojamiento, ya que tanto la oferta como la demanda crecen de manera exponencial.

Lo sucedido en Venezia o en Barcelona es el espejo en el que muchos se miran para tratar de evitar modelos que, aseguran, desgarran la personalidad propia de una ciudad y de sus barrios para sustituirla por un mediocre escenario en el que circulan turistas, turistas, y más turistas.

En el casco antiguo de Palma algunas asociaciones ya están lanzando esta reivindicación, aunque lo más complicado en este asunto, como en tantos otros, será encontrar la justa medida de las cosas, marcar la línea en el punto exacto para no caer en el error de creer que las Islas pueden ser autosuficientes.

El debate, cuanto menos está servido, y será una de las cuestiones que se abordarán de manera inminente.

Los límites del turismo, a debate