jueves. 28.03.2024

El Real Mallorca deberá cambiar su objetivo en la temporada del Centenario. El conjunto bermellón no levanta cabeza, y tras perder este sábado ante un gran candidato al descenso como es el Huesca (0-1), no cabe pensar en otra cosa que salvar la categoría. Y no será algo sencillo, a juzgar por lo visto -y sufrido- esta tarde en el césped de Son Moix. El equipo no funciona ya en ninguna de sus líneas, y tras seis jornadas sólo ha sido capaz de marcar dos goles, uno de ellos de penalti. Ante los colistas el Mallorca ni ha tirado a puerta. Muy triste.

La primera mitad no dejaría apenas ocasiones en ninguna de las dos áreas, aunque si alguien conseguía llegar de manera puntual con cierto peligro era el Huesca. También de los aragoneses sería la mejor ocasión en el arranque de la segunda mitad, cuando a los 9 minutos, y a puerta vacía, no acertaron a rematar lo que habría sido el 0-1.

La insistencia de los visitantes, que llegaban a Palma como colistas de la Liga Adelante, se vería recompensada en el minuto 19 con un gol de Tyronne que hacía estallar a la grada en contra de un equipo que parece caminar sin rumbo hacia la segunda división B.

Pero ni siquiera el gol en contra iba a servir para hacer reaccionar a los locales. Al contrario, en el 82 un poste milagroso, con Timon ya batido, iba a evitar ampliar la distancia en el luminoso del Iberostar Estadio. Todo, mientras el Mallorca no era capaz de lanzar ni una sola vez entre los tres palos de la portería defendida por Leo Franco.

Un desastre que la afición castigaría coincidiendo con el pitido final con una sonora  bronca y gritos de 'fuera, fuera'. Una situación más que preocupante que podría obligar al club a tomar medidas urgentes antes de que salvar la categoría se convierta en misión imposible.

El Mallorca se hunde y la afición estalla (0-1)