jueves. 28.03.2024

Hasta un 70% de los casos de cáncer que sufre la población se podrían evitar con una alimentación adecuada. Con este demoledor informe en la mano, el Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de Baleares ha conmemorado esta semana el día mundial de una enfermedad cuya lucha –señala el presidente de CODNIB, Manuel Moñino- empieza por nuestra cesta de la compra.

‘La cifra de entre el 40 y el 70% -matiza- es la combinación de una alimentación saludable, practicar actividad física y no fumar’.

Quiere decir que 7 de cada 10 hubieran evitado el cáncer comiendo mejor:

Hoy en el mundo occidental la alimentación está totalmente alejada de un patrón saludable. En España se mantiene algo, pero en Reino Unido, en Estados Unidos o Alemania la dieta es muy poco saludable.

¿Por qué?

Estamos remplazando alimentos naturales por carnes procesadas, estamos sustituyendo agua por bebidas azucaradas, los lácteos se consumen muy ricos en azúcares,… incluso los cereales distan de ser saludables, con hasta un 30% de azúcares añadidos. Por eso no sólo ya hablamos de cáncer, sino enfermedades crónicas como diabetes, obesidad y las cardiovasculares.

¿Y si son tan nocivos por qué siguen en el mercado?

No hay alimentos nocivos. Las carnes procesadas, por ejemplo, son peligrosas en cuanto se consuman de manera excesiva. Las personas que comen con regularidad esos alimentos tienen más riesgo, a un nivel equivalente de lo que hace el tabaco.

Una hamburguesa al mes no incrementa el riesgo, por eso no puedes prohibir una botifarra o un camaiot. Pero sí debería regularse su consumo excesivo.

¿Habrá que poner wntonces fotos en los envases de esas comidas como sucede con el tabaco?

Eso, que parece un futurible yo creo que no está muy lejos, porque el azúcar, la sal y las grasas saturadas son los responsables de la mayoría de casos de esas enfermedades. Y es responsabilidad de los gobiernos frenar esa situación, frente al consumo de frutas, hortalizas o legumbres. Otra fórmula será aumentar el precio a través de impuestos, porque además afectan más a los grupos de población con menor poder adquisitivo. También se debería advertir de sus consecuencias, pero el lobby de la industria alimentaria es tremendo, con un grupo de presión muy fuerte en todos los círculos de poder.

¿El etiquetado es todavía insuficiente?

No lo creo, este año entrará además en vigor una normativa que obliga a informar sobre todos los nutrientes. Lo que hace falta es una posición de los gobiernos respecto a la industria alimentaria, que tiene un poder muy fuerte, y está orientando a la gente a un consumo que no es saludable. Pones la televisión y casi todo son anuncios de este tipo de productos. Lo que debería regularse sería la publicidad, especialmente la dirigida a los niños. Y regular también su consumo en escuelas, cárceles, hospitales o ejércitos. Pero hay que ser valientes para aplicarlo.

¿Nuestra cesta de la compra está entonces a rebosar de basura?

Cada vez más. Y en muchos hogares ingieren mucha basura, más todavía en barrios desfavorecidos y personas con escaso poder adquisitivo.

Entiendo que la crisis se ha convertido en una máquina generadora de diabetes, obesidad, o enfermedades cardiovasculares:

La obesidad es desde luego un claro ejemplo de cómo el cambio de hábitos ha ido a peor. Los niños de familias con bajo poder adquisitivo tienen hasta once puntos más de obesidad que los de entornos pudientes.

¿Quiere esto decir que la democracia todavía no ha llegado a la cesta de la compra?

No ha llegado, para nada. Por eso, el incremento de precios de esos productos, combinado con la subvención de frutas y legumbres podría frenar estas consecuencias.

¿Pero no hay también motivos culturales, o de comodidad en la elección de un bollo frente a una fruta?

No creo que sea más cómodo, sólo más accesible y más barato, en cualquier esquina puedes encontrar comida insana, mientras que la fruta no es tan accesible. Mira por ejemplo cualquier cantina de cualquier instituto.

¿Eliminarías esos productos en los institutos?

Los limitaría, y promovería el consumo de frutas bien presentadas y ya peladas.

Al estilo de lo que es fácil encontrar en tantos comercios de ciudades europeas…

Así es, hoy ese tipo de fruta preparada es casi elitista. Y es una prueba más de que los grupos más desfavorecidos tienen menos acceso, por precio y también porque no es tan fácil de encontrar. Hoy entras en un súper y en las cabeceras de los estantes te encuentras de todo menos fruta y verdura.

Hay quien dice que el riesgo está en todas partes, y que el producto natural está infectado de insecticidas cancerígenos:

Hace 20 años podía ser más cierto, ahora hay un control mucho mayor. La fruta y hortaliza que se consume es segura 100X100, lo cual no quita que debamos lavar cualquier alimento que vamos a consumir sin cocinar. Claro que podemos reducir las cargas de sustancias que no son propias de las frutas, pero el beneficio es mucho mayor que un supuesto riesgo. El riesgo cero, por supuesto, no existe. Ni siquiera en los productos ecológicos.

¿Las marcas blancas son más peligrosas que las que no lo son?

Depende de la marca blanca, unas cuidan más que otras la composición nutricional, pero de la misma forma que hay marcas que no se preocupan. La clave está en saber seleccionar.

¿Qué tres alimentos no darías nunca a tus hijos?

En mi casa no tendría ni bollería, ni refrescos, ni hamburguesas o alimentos precocinados. Podrían puntualmente tomarlos, pero no los querría en mi despensa. El plan de salud debe empezar en casa, tomando legumbres o bebiendo agua en lugar de refrescos. Nunca le prohibiré un alimento, pero nunca lo tendré.

'La democracia todavía no ha llegado a la cesta de la compra'