El Atlètic Balears se ha pegado hoy una de las bofetadas más serias de la temporada. El conjunto isleño ha sido brutalmente pisoteado por el Lleida, que le ha hecho un set en blanco (0-6).
Los blanquiazules, que ya habían perdido hace tiempo cualquier opción de colarse en los puestos de promoción de ascenso a la Liga Adelante, han completado un ridículo espantoso ante los catalanes, y han roto así una racha de 8 partidos sin perder que en realidad apenas había servido para tomar impulso en la liga.
La propiedad del Baleares optó por rescindir el contrato de Gustavo Siviero a finales de noviembre, cuando el equipo palmesano se codeaba con los cuatro primeros clasificados. Su destitución trajo al banquillo al alemán Ziege, un ex-futbolista de gran currículum como jugador pero escaso bagaje como técnico.
El resultado ha quedado a la vista: el Baleares ha perdido cualquier remota opción que todavía pudiera tener de luchar por el ascenso de la forma más cruel y humillante. El segundo presupuesto más elevado de Segunda división B tirado a la basura por capricho de quien pone la 'past'a.
Los seguidores balearicos tendrán que dejar de reírse de las desgracias de sus vecinos mallorquinistas y empezar a preocuparse por la situación de un club que no promete nada bueno.
