viernes. 19.04.2024

"No necesito defender mi trayectoria; simplemente he terminado una etapa y quiero empezar otra". Así se ha manifestado el fiscal anticorrupción Pedro Horrach, en declaraciones a Europa Press, tras anunciar que abandonará el Ministerio Público para dedicarse a la abogacía que, por incompatibilidad, le impedirá intervenir en causas penales de trascendencia.

Pieza clave en la lucha contra la corrupción política en Baleares durante los últimos años, Horrach comunicó ayer su decisión al fiscal jefe de Anticorrupción, José Salinas. Su intención, volcarse principalmente en asuntos mercantiles y tributarios, tal y como señalan fuentes próximas al acusador público, cuyo último gran embate ha sido su actuación en el caso Nóos con la Infanta Cristina en el banquillo.

Se encuentra inmerso en otros tantos procedimientos judiciales. El principal de los que en la actualidad hay abiertos, el caso Son Espases, centrado en las presuntas irregularidades que rodearon a la adjudicación de las obras del hospital de referencia de Baleares y su supuesta conexión con la reforma de la sede nacional del PP, ubicada en la calle Génova de Madrid.

De hecho, el fiscal prevé mover ficha en próximos días en el marco de esta causa para oponerse a la prórroga de la instrucción, que el juez José Castro acordó por un año a principios de este mes. La disparidad de criterios jurídicos entre ambos ya quedó patente en el caso Nóos y, más en concreto, en relación al papel de la exduquesa de Palma, lo que marcó un antes y un después en su relación profesional.

Horrach (Sa Pobla, 8 de septiembre de 1966), quien procede del Centro de Estudios Judiciales, fue nombrado por Orden Ministerial del 10 de marzo de 1993 Abogado Fiscal de la Adscripción Permanente de Ibiza. En 1994 fue designado a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Baleares, donde tomó posesión el 15 de julio de ese año. Se encuentra en el puesto 821 del escalafón de la carrera fiscal.

Estricto e incisivo, riguroso en sus escritos, tenaz en sus investigaciones y cercano en el trato, el fiscal ha liderado las principales pesquisas abiertas contra exaltos cargos como el expresidente del Govern Jaume Matas y, a sus instancias, han sido impulsadas numerosas causas como el caso Palma Arena -cuya complejidad derivó en la apertura de hasta 28 piezas separadas, una de ellas el caso Nóos-, Son Espases y Scala.

Junto a su compañero Juan Carrau puso la lupa sobre el exministro en 2009 tras detectar presuntas irregularidades en la compra de la vivienda que posee en la céntrica calle palmesana de Sant Feliu, conocida como 'palacete', por la que el exdirigente 'popular' pagó unos 980.000 euros pese a que el inmueble, de más de 700 metros cuadrados y de estilo manierista, estaba tasado en 2,4 millones.

A partir de ese momento, se iniciaron unas intensas investigaciones conocidas con el nombre de Operación Buckingham y dirigidas a averiguar los pormenores que rodearon al enriquecimiento presuntamente ilícito y el elevado tren de vida que llevó Matas mientras era presidente y que, según las pesquisas, no se correspondían con los ingresos que obtenía como jefe del Ejecutivo autonómico.

INVESTIGACIONES SOBRE EL PATRIMONIO DE MATAS

A instancias de ambos fiscales, efectivos de paisano de la Guardia Civil recorrieron incluso varios establecimientos en los que Matas compró el mobiliario para el 'palacete' y donde su mujer efectuó lujosas y continuas compras en efectivo, tal y como documentaron los agentes. Labor que no impidió que el entonces Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, acabase en julio de 2009 archivando las pesquisas tras agotarse los seis meses de diligencias informativas llevadas a cabo por Carrau y Horrach.

Sin embargo, fue dos meses después cuando el juez Castro decidió incorporar al caso Palma Arena las investigaciones sobre el patrimonio de Matas realizadas por el Ministerio Público y la Agencia Tributaria, al observar indicios de su relación con la presunta trama de corrupción en torno al velódromo.

Se trata así de unos hechos que constituyen una de las principales líneas de investigación del caso Palma Arena, centrado en el supuesto desvío de más de cincuenta millones de euros públicos en forma de contratos y adjudicaciones ilícitas durante la construcción del velódromo palmesano (2005-2007), considerado la infraestructura estrella de la última legislatura de Matas.

"PASOS CORTOS, VISTA LARGA Y BASTANTE MALA UVA"

"Pasos cortos, vista larga y bastante mala uva" son, de hecho, los requisitos que, según enunció Horrach al término del juicio por una de las numerosas causas de corrupción abiertas en Baleares, se necesitan para que éstas culminen "con éxito". A ello, añade que "se necesitan muchas horas de trabajo" y "presión investigadora".

Lo pronunció en la exposición de su informe final del caso Scala, que destapó un desvío millonario de fondos públicos a través del Consorcio de Desarrollo Económico de Baleares (CDEIB) y que derivó en la condena más alta para un político en España: a 17 años de prisión fue condenado el que fuera conseller de Industria en el último mandato de Matas, Josep Juan Cardona.

En una dura intervención, Horrach acusó al PP balear de atacar sistemáticamente a la Fiscalía haciendo uso de una "teoría de la conspiración" como una secuencia que se repite "hasta la saciedad" en los numerosos casos de corrupción abiertos en las islas, y destacó cómo determinadas personas del partido han lanzado mensajes constantes en defensa de sus exaltos cargos imputados y en contra de la Fiscalía hasta que logran "hacer calar" en la sociedad.

INTERMINABLES JORNADAS DE DECLARACIONES

Junto al juez Castro, el fiscal ha protagonizado interminables jornadas de declaraciones y registros.

De hecho, desde que hace más de siete años estallase el caso Palma Arena, ambos se han prestado un apoyo y una colaboración incondicionales, llevando hacia adelante ambiciosas investigaciones no sólo en torno al enriquecimiento de Matas y el presunto desvío de fondos durante la construcción del Palma Arena, sino también respecto a la financiación ilegal del PP balear o la contratación fraudulenta del arquitecto Santiago Calatrava para construir un Palacio de la Ópera.

A sus espaldas quedan las cerca de 23 horas que duró la primera comparecencia de Iñaki Urdangarin e interrogatorios hasta las cinco de la madrugada como los llevados a cabo a los exaltos cargos del PP detenidos en agosto de 2009, cuando estalló el caso Palma Arena. Horrach también acumula en su trayectoria registros intempestivos y, sobre todo, en plena Nochebuena. Fue el 24 de diciembre de 2009, en el 'palacete' de Matas. "Algo inconcebible", se lamentaba esa noche el entonces abogado del exministro, Rafael Perera.

El fiscal Horrach dice que "no necesito defender mi trayectoria"