viernes. 19.04.2024
KASPERSKY LAB 10-2010
KASPERSKY LAB 10-2010

Un 35 por ciento de los niños españoles de entre 8 y 16 años afirma no querer estar sin redes sociales.

Los niños no solo son adictos a las redes sociales, sino que además los comportamientos que llevan a cabo en Internet son muy peligrosos y se ponen en peligro no solo a sí mismos, sino también a sus familias. A todo ello se le suma que el 33 por ciento de los niños no tiene problemas en mentir sobre su edad en el mundo online para poder obtener ventajas de acceso restringidas por edades. Así de demoledoras son las conclusiones a las que ha llegado el estudio Connected Kids, elaborado por Kaspersky Lab e iconKids & Youth entre los niños de todo el planeta.

A partir de lo comprobado por este estudio, puede afirmarse que los niños españoles confían plenamente en Internet para comunicarse, hasta el punto de que es la actividad en línea más importante para ellos. Todo ello facilita su contacto con sus amigos, pero también los hace vulnerables contra las personas malintencionadas.

Es habitual que los jóvenes comparten información personal sin darse cuenta de su visibilidad y acceso por parte de personas potencialmente peligrosas. Un 66 por ciento de ellos publican su colegio, un 54 por ciento los lugares que visitan y el 22 por ciento incluso da la dirección de su domicilio. Los menores no son conscientes del peligro que puede acarrear que ofrezcan tantos datos personales, ya que facilitan el camino a los delincuentes a buscarles en la vida real.

Del mismo modo, los datos al abanico de los delincuentes informáticos resultan llamativos. Los menores revelan información sobre las pertenencias o el trabajo de sus padres, llegando incluso a hacer público el salario de sus padres. Todo ello, sumado a la publicación de la dirección en la que vive el menor, ofrece datos precisos para los criminales para cometer robos u otras actividades delictivas.

Alfonso Ramírez, director general de Kaspersky Lab Iberia, comenta que “algunas veces los niños no ven el peligro de las conversaciones online – son abiertos, valientes y comunicativos. Por ello, los padres tienen que evitar que sean expuestos a estos peligros. Es fundamental enseñarles a una edad temprana qué es lo que pueden compartir tanto online como offline y qué deberían mantener en secreto por la privacidad y seguridad de la familia. Además, es muy importante hacer uso de las opciones de privacidad de las redes sociales para que solo los amigos puedan ver las publicaciones y la información".

Janice Richardson, consultor senior en European Schoolnet, asegura que “la mayoría de los problemas online que los más jóvenes reportan a las líneas de asistencia, son brechas en la privacidad durante alguna interacción online. Entender qué son los datos personales y cómo protegerlos, es equiparable, a día de hoy, a saber leer y escribir. Los niños necesitan aprender en edades tempranas que la privacidad es su posesión más valiosa, además de un derecho esencial. La nueva Regulación sobre la Protección de Datos tiene como objetivo ayudar a los jóvenes a proteger su privacidad. Sin embargo, la mejor protección es la buena educación de los padres, profesores y de toda la comunidad en la que vive el niño y aprende”.

De la misma forma, que los niños españoles mientan sobre su edad, pueden terminar siendo vulnerables ante adultos activos en la red y pueden exponerse a contenidos restringidos a mayores de edad.

Los niños comparten demasiada información sensible en las redes sociales, según un estudio