viernes. 29.03.2024

Anna Moilanen (Oulu, Finlandia, 1963) es desde el pasado jueves la Defensora del Ciudadano de Palma, un cargo sin cabeza visible desde el fallecimiento en 2012 de Miquel Lladó, y del que su nueva responsable ha tomado posesión en medio de la polémica por el ‘show’ de Som Palma, que no le considera digna del cargo. Ella trata de cerrar ese capítulo y centrarse en una labor que pretende que resulte, además de efectiva, “independiente del poder político”.

¿Decepcionada por el estreno que le ha hecho vivir Som Palma?

Puedo entender que voten lo que consideren y están en su derecho legítimo, pero creo que hay desconocimiento en sus palabras. Pero no quisiera que esto empañara algo que hace estar de enhorabuena a la ciudadanía de Palma; conseguirlo por consenso es muy importante.

¿Quien no ha estado en las barricadas no es capaz de defender a la ciudadanía?

Eso habrá que preguntárselo a ellos, y ellos deben resolver ese problema. Mi figura viene a defender derechos y libertades fundamentales de la ciudadanía, y para eso necesitamos la alineación de partidos, entidades y asociaciones. La Oficina no es una varita mágica, pero sí podemos encontrar un proceso de solución a problemas desde nuestra independencia.

¿Le molesta que se hable más de su nómina, 39.000 euros, que de sus funciones?

Apuesto por la transparencia y está bien que se sepa, pero sí es molesto que se convierta eso en la noticia. Don Miquel Lladó renunció a un salario porque tenía unas circunstancias muy particulares, pero fue una excepción. Lo que yo he aceptado es lo que viene reglamentado. Pero en todo caso estoy aquí para trabajar por toda la ciudadanía, especialmente por los más vulnerables.

¿En qué puede resultarnos más útil trasladar un problema a la Oficina?

No interferimos nunca en cuestiones judiciales, sociales o sanitarias, o en todo aquello que vaya más allá de la tarea municipal. En lo demás, escucharemos las quejas, investigaremos la legitimidad de esa queja, y acompañaremos al ciudadano en la resolución de su problema. Ofrecemos mediación y diálogo entre la administración local y las personas o entidades, desde la independencia que nos otorga un cargo para cinco años alejado de la lucha política y partidista.

En esa línea de independencia, a buen seguro que le tocará afrontar uno de los temas que más está encendiendo los ánimos vecinales en la presente legislatura: la limpieza de las calles de Palma…

Está casi en el orden del día de todos los plenos, pero también el transporte público, los ruidos en Can Pastilla y otras zonas de Palma, la calidad del agua en Es Molinar… nosotros escucharemos a los vecinos, porque en el tema de la limpieza existe un problema y se debe resolver. Todo tiene solución si se tiene voluntad.

¿Cuál es su hoja de ruta?

La Oficina debe recapitular antes que nada los recursos de los que dispone, ya que se ha trabajado durante los últimos años bajo mínimos. Tras hacer inventario miraremos al futuro, y en ese sentido, nos acercaremos a las entidades y asociaciones de vecinos. Las mejores soluciones nacen siempre desde el consenso, y son también las más eficaces.

"Con la limpieza de Palma existe un problema y se debe resolver"