Según informa Jairo Aranda Fernández, de la sección sindical de UGT del comité de empresa del aeropuerto de Son Sant Joan en el servicio para Personas con Movilidad Reducida (PMR), el 14 de abril se hizo público el nuevo pliego para la adjudicación del servicio de PMR en el aeropuerto de Palma. La nueva empresa adjudicada tenía que entrar en vigor el 26 de junio de 2016. El 14 de junio se realizó la subasta electrónica en la que se presentaron 3 empresas: Eulen, Ingesan y la que hasta la fecha realizaba el servicio, Clece-Lireba. El importe máximo de licitación estaba comprendido en 5 150 000 euros y con un tiempo de servicio de un año prorrogable a tres.
En la subasta ganó Ingesan tras ofrecer la cantidad de dinero más baja, un 16,69 por ciento menos del importe establecido inicial, un total de 4 290 000 euros. Según explica Aranda, "esto nos sorprende, ya que es una cantidad bajísima. Partiendo del pliego de condiciones de Aena, la empresa debe disponer de 17 camiones ambulift, siete furgonetas, una jardinera tipo cobus, dos coches, dos buggies, 295 sillas de ruedas de varios modelos, dos sillas trepadoras y 250 aparatos electrónicos para posibilitar la comunicación". El representante sindical explica que los ambulift tienen un precio que oscila entre los 200 000 y los 250 000 euros, las furgonetas entre 20 000 y 30 000, los buggies entre 10 000 y 15 000 y las sillas de ruedas alrededor de 200 euros.
A 12 días del cambio de empresa, Ingesan se retiraba de la gestión. A fecha de 14 de julio, ningún integrante de Ingesan se había presentado ni se había puesto en contacto con ningún integrante de la empresa, según Aranda. Todo ello sumado a "el bajísimo precio en la subasta, las formas de llevarse a cabo, el poco tiempo desde el día de la subasta hasta empezar el nuevo pliego" y cuestiones como que era imposible que una nueva empresa "trajera una flota en esta época del año" ha sorprendido a los representantes sindicales.
UGT cree que la única empresa que tenía opciones reales de optar al servicio era Masa-Lireba y que a Aena no le interesa dar el servicio por una cantidad muy alta, por lo que se introdujo a Ingesan. "Desconocemos los intereses o motivos, ya sea para reventar la subasta o arrastrar a las demás empresas. ¿Aena no es capaz de pedir un mínimo de garantías a las empresas que se presentan?", se pregunta Aranda.
"Todo esto lo pagamos los trabajadores con contratos basura a 15 horas semanales. También lo paga el pasajero que usa el servicio al tener que esperar mucho tiempo a que se le desplace por el aeropuerto al haber poca gente contratada y usando vehículos y sillas viejas y en mal estado", denuncia Aranda.
