viernes. 19.04.2024

Pues va a ser que no. Al menos, si la línea tiene que ser la que se ha podido ver en la primera jornada del Campeonato. El Real Mallorca, un verano y varios fichajes después, parece instalado exactamente en el mismo punto en el que estaba: sin ideas, sin patrón de juego, sin pólvora en ataque. Sin casi nada. Un equipo llano y previsible que, inevitablemente, no ha podido hacerle daño en el estreno liguero a un modestísimo y recién ascendido Reus. Los catalanes, que venían a empatar, se llevan los tres primeros puntos de la temporada para decepción de una afición bermellona que este año no está dispuesta a tener paciencia con los suyos.

Silbidos y pañuelos al final del encuentro han servido a los seguidores para exteriorizar su enfado con un partido en el que el Mallorca nunca ha mostrado ser mejor que su rival, ni siquiera durante el breve espacio de tiempo en que ha contado con un futbolista más sobre el terreno de juego. La doble amonestación Migue en el 30 de la primera a ha dejado a los isleños con superioridad numérica hasta el descanso, para a los siete minutos de la reanudación se ha igualado este apartado cuando Moutinho ha visto también el camino de los vestuarios.

Es lo muy poquito que se puede contar de un partido que ha terminado con el gol de Alberto Benito en el minuto 89, para dar la puntilla a los locales y a su afición. Un encuentro para olvidar, y que hace presagiar una campaña similar a las tres ya vividas hasta el momento. Al menos, los números de arranque son los mismos: derrota en la jornada inaugural, como ya sucediera en los anteriores campeonatos.

El Mallorca dilapida de esta forma una excelente oportunidad para arrancar con fuerza la Liga 1 2 3, y mucho deberá trabajar Fernando Vázquez para convertir a este equipo en un serio aspirante al ascenso. De lo contrario, habrá que empezar a pensar en otras cotas más modestas, y a las que ya nos vamos habituando.

Derrota y abucheo para empezar la Liga (0-1)