viernes. 29.03.2024

Un total de 2.100 personas sufren un ictus cada año en Baleares, y la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Son Espases atiende cada año unos quinientos nuevos pacientes.

En concreto, en año 2015 atendió a 529; tres cuartas partes de ellos sufrieron un ictus isquémico (producido por la obstrucción de un vaso sanguíneo) y en uno de cada cuatro casos se aplicó un tratamiento específico para conseguir la apertura del vaso obstruido.

Aunque afecta en una proporción más alta a los hombres que a las mujeres, el infarto cerebral es la primera causa de mortalidad entre las mujeres y la tercera entre los hombres.

La población de riesgo es la que está entre los 35 y los 74 años.

La pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo, la pérdida de la visión de un ojo o la dificultad para hablar y comprender son los síntomas principales del ictus.

Ante cualquiera de estos síntomas es importante llamar al 061, que está preparado para atender convenientemente estos casos y trasladar al paciente a un centro hospitalario.

Si se avisa a tiempo de aplicarle un tratamiento fibrinolítico, se activa el 'código ictus', que permite poner en alerta no solo a los profesionales del 061 sino también a los de urgencias del centro hospitalario, al neurólogo de guardia y a todos los profesionales que participan en el proceso de diagnóstico y tratamiento.

Una vez que el paciente ha llegado al servicio de urgencias del hospital se pone en marcha un equipo multidisciplinario liderado por el neurólogo de guardia, que valora rápidamente al paciente, hace el diagnóstico y planifica el tratamiento.

En el caso de un ictus isquémico, este puede consistir en un tratamiento médico y fibrinólisis o bien un tratamiento endovascular o una trombectomía.

En Son Espases, hospital de referencia de las Islas Baleares, el neurorradiólogo intervencionista hace una trombectomía mecánica a los pacientes con un ictus isquémico y obstrucción de una arteria.

Desde que se implantó este procedimiento (diciembre de 2014) se han hecho más de noventa trombectomías, con un 90 por ciento de recanalización de las arterias.

Cuanto antes se haga el diagnóstico y se aplique el tratamiento, menor será la lesión cerebral y, como consecuencia, se reducirá el riesgo de muerte y de sufrir alguna discapacidad.

Una vez estabilizado el paciente es importante iniciar la rehabilitación.

En este sentido, Son Espases dispone de una sala de rehabilitación específica para estos pacientes.

Además, cada semana se hacen unas sesiones informativas para pacientes y para sus familiares con el objetivo de dar a conocer la enfermedad y facilitar su adaptación a la nueva situación.

En estas sesiones, los pacientes y sus familiares son informados por especialistas en neurología, fisioterapia, terapia ocupacional, psicología, enfermería, logopedia y trabajo social, que procuran dar respuestas a todas las cuestiones que aquellos les planteen.

Un total de 2.100 personas sufren un ictus cada año en Baleares