Jornada redonda para el Real Mallorca. El triunfo de este pasado viernes ante el Córdoba (0-2) permite al conjunto de Fernando Vázquez ver muy de cerca la zona alta de la clasificación. Tras pasar su primera noche en cuatro años en zona de promoción de ascenso, los resultados del fin de semana dejan a los bermellones entre los diez primeros clasificados, a dos puntos de la promoción, y a solo tres del ascenso directo, toda vez que el segundo clasificado es un filial, el del Sevilla, precisamente próximo rival de los isleños en Palma (sábado, 18.00 horas Son Moix).
Mientras los paladares más exigentes y menos realistas siguen quejándose del mal juego del equipo y de la imagen ofrecida en el Nuevo Arcángel a pesar del plácido triunfo, otros se quedan con los datos: por vez primera desde que Lorenzo Serra Ferrer descendió al Mallorca a Segunda división, dar el salto a los puestos de promoción e incluso de ascenso directo es algo está al alcance de la mano. Concretamente, a 90 minutos de distancia. La que marca un partido clave en la consolidación de un Mallorca que entre críticas al entrenador, broncas de la gradas y lamentaciones por el juego, quiere encadenar la quinta jornada consecutiva imbatido.
