Si alguno cometió el error de hacerse ilusiones con el Mallorca dela actual temporada, el equipo bermellón se ha encargado este domingo de volver a poner las cosas en su sitio. Porque el conjunto de Fernando Vázquez ha vuelto a demostrar en el Estadio Martínez Valero que no está ni mucho menos preparado para dar el salto de calidad que se le exige y que, por momentos, pareció estar dispuesto a conseguir. Nada que ver.
Frente al Elche, el Real Mallorca ha vuelto a ser el equipo vulgar, mediocre y ramplón al que nos tiene acostumbrados durante los últimos cuatro años. Y loterías como la de Córdoba no tocan cada quince días.
Ante algunas docenas de seguidores que se habían trasladado hasta la capital ilicitana, el conjunto isleño no ha hecho ningún mérito para hacerse con los tres puntos. De hecho, se ha empeñado en regalar el partido a su rival. Y aunque ya en la segunda mitad los locales no han sabido marcar de penalti, sí lo han hecho minutos más tarde, aprovechando Guillermo un error en cadena de la defensa bermellona. Lo de casi siempre.
El equipo isleño ha terminado el partido con nueve futbolistas por las expulsiones de RAíllo y Pleguezuelo, y transmitiendo la sensación de que no hay más. De que no vale la pena hacerse ilusiones.
