Las camareras de pisos podrían llegar a regular su situación laboral si sale adelante la iniciativa de Unidos Podemos-En Comú-En Marea, por la que se insta al Gobierno a lanzarse a un Plan Sectorial de Empleo, negociado con las partes correspondientes y a una serie de medidas de dignificación del colectivo. Y el Pleno del Congreso de los Diputados lo ha aprobado este martes.
Aunque habamos de una proposición no de ley, pactada con el PSOE y ERC, bien que ha sumado el voto del PNV, Coalición Canaria y la antigua Convergència, mientras que Ciudadanos se ha abstenido y el PP ha votado en contra.
El texto presentado reclama la participación de los interlocutores sociales y su gestión por parte de las Comunidades Autónomas, desde un prisma multidisciplinar, las necesidades de estas trabajadoras.
Hay que suavizar las condiciones en las que se desenvuelven, el colectivo debe ser sector prioritario en el ámbito de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo, con una campaña específica de vigilancia y control dentro de los Planes de Acción, y fijar un número máximo de habitaciones y apartamentos, así como de salidas diarias.
Enfermedades tipificadas
En el marco de estos planes, pide realizar un estudio sobre las condiciones ergonómicas y psicosociales del trabajo en los hoteles, con revisión del catálogo de enfermedades profesionales a fin de incluir los trastornos y afecciones de músculos y columna.
El texto busca también una rebaja de la edad ordinaria de jubilación, terminar con la esclavitud y la precariedad (“cobran dos euros por limpiar y arreglar una habitación de hotel, tras haber perdido en los últimos años un 60% del poder adquisitivo y contar con sueldos que apenas llegan al SMI”). Y eso que el sector turístico es uno de los motores económicos más fuertes del PIB.
Contratos precarios, jornadas parciales que acaban durando todo el día y mujeres lomadas que tendrían que hacer 18 habitaciones al día para llegar a 800 euros al mes. Un lujo.
