El último día del año es ya tradicional correr la San Silvestre, aunque Muro se ha estrenado este año y la mayoría de corredores iban disfrazados para la ocasión. Así, más de un centenar de personas de todas las edades se apuntaron a recorrer 5’2 kilómetros de pueblo.
El alcalde de Muro , Martí Fornés, también se unió a la carrera.
Xavier Cloquell, uno de los organizadores del evento, explica que “lo que empezó siendo una carrera entre amigos se ha convertido en una prueba popular”. De hecho, el éxito ha sido tan grande que no fueron suficientes los dorsales que se habían preparado.
Los disfraces fueron la nota más divertida
Los asistentes han agradecido la iniciativa recordando la importancia de hacer ejercicio en estos “tiempos de excesos en la mesa” y esperando repetir la experiencia el año próximo. Tras la carrera, el Ayuntamiento obsequió a los participantes con una copa de cava.
Un gran sentido del humor para despedir el año viejo.
Al final de la prueba, una copa de cava para brindar por el éxito.
