jueves. 28.03.2024

Esta misma semana María Dolores Carrasco entregaba 25.000 firmas con la intención de hacerlas llegar al Ministerio de Educación. Su objetivo: que en la escuela pública y concertada de Baleares se pueda elegir libremente entre el castellano o el catalán a la hora de escolarizar a los niños. Un derecho según ella arrebatado, y que le impulsa a seguir con su batalla hasta conseguir que sus deseos, "reconocidos constitucionalmente", se conviertan en una realidad que ya reclaman 25.000 padres y madres de las Islas.

¿Satisfecha con la respuesta obtenida?

Sí, pero no es suficiente. La campaña de recogida de firmas seguirá porque sé que son muchas más las familias que no están de acuerdo con la imposición a la que nos somete el Govern.

¿Confían en que el Ministerio les escuche?

Sin duda, yo soy opyimista porque la razón nos asiste. El gobierno balear nos está privando de un derecho que nos pertenece, el de escolarizar a nuestros hijos en el idioma que queramos. Y contra eso estoy segura de que podremos luchar.

¿Es usted castellanoparlante?

Sí.

¿Y no entiende que al insistir en escolarizar a su hijo en castellano le está privando de la posibilidad de aprender una lengua y le está poniendo en inferioridad de condiciones respecto a gente de su generación cuando tenga que salir a buscar un trabajo?

Si él se va a trabajar por ejemplo a Madrid de poco le servirá el catalán que haya aprendido. Eso al margen de que yo no estoy en contra de que aprenda la lengua, sólo reivindico el derecho a elegir la lengua vehicular de la educación.

Pero si aspira por ejemplo a un puesto en la administración pública de Baleares difícil lo tendrá...

Claro, es que allí también se están atacando nuestras libertades. Estamos sometidos a una discriminación lingüística por parte del gobierno balear, en la educación y en el empleo. Yo insisto en que sí quiero catalán para mi hijo, pero con equilibrio, no con 18 horas de catalán frente a dos de castellano como sucede actualmente. No se trata de quitar el catalán, sólo de que se respete mi libertad de elección.

¿Dónde se impide esa libertad?

Pues en los centros públicos, por supuesto, pero también en diversos centros concertados. No es justo que para poder elegir la línea tengamos que pagar un colegio privado, o limitarnos a algún concertado como Madre Alberta.

¿Ha tenido problemas por su defensa a ultranza de la libre elección de lengua?

Ninguno en absoluto. Y eso es algo que me gusta mucho subrayar siempre que puedo porque para mi es muy importante. Mi hijo no ha sufrido ningún tipo de acoso escolar por este asunto, y nuestra convivencia con el entono del colegio siempre ha sido muy buena y positiva. Con el centro escolar y con los profesores yo estoy contenta y no tengo nada malo que decir de ellos, todo lo contrario. Lo único que reivindico, y seguiré haciendo con más firmas si es necesario, es mi derecho a elegir la lengua en la que se debe educar a mi hijo. Lo reivindico yo y otras 25.000 firmas que hemos entregado esta semana.

M.Dolores Carrasco: "El Govern nos somete a discriminación lingüística"