jueves. 28.03.2024

“Empezar la historia por el principio es hasta complicado”, dice María B.P. En enero de 2015 contraté un seguro privado para mi marido, para mí y para una de mis hijas. En febrero de 2016, amplié el número de pólizas incluyendo a mi hijo y a mi nuera, recién casados. El mediador de la compañía es una caja de ahorros que avaló la contratación. Se pidió desde ésta que mi hijo y mi nuera (M.C.C.) pasaran a rellenar el cuestionario y a firmar las pólizas, cosa que hicieron sin mayor problema”.

Pasado de largo el período de carencia que se les exigía, la doctora de la clínica privada correspondiente solicita una prueba del sueño, una polisomnografía convencional, para esta misma semana, momento en que el servicio médico informa a la paciente que “esa prueba no entra en el seguro por ‘estar fuera de peso’, bueno, por su… obesidad”.

Llámame gorda. Y te he pagado los recibos más de un año

Al reclamar a la entidad bancaria, a la que religiosamente se le había pagado mes a mes, como responsable del departamento de la filial de seguros, se les presenta un documento a los demandantes, sin firmar ni sellar que no habían recibido, confirmando, tres meses después de contratar y pagar las mensualidades de la póliza, o sea, un año antes, que “está usted excluida por obesidad (medios de diagnóstico, tratamientos e ingresos) así como por/para sus complicaciones, tratamientos y secuelas”.

La carta desde del Departamento de Selección de Riesgo y Emisión data del 20 de mayo de 2016. Sin sello ni firma ni aceptación. Siguen cobrando. La misiva se complementa con una segunda carta (tampoco recibida ni firmada) que ofrece “la posibilidad a la cliente de incluirse en una póliza concreta con una cláusula de exclusión específica relacionada directamente con lo que explica la asegurada en su cuestionario” (básicamente, el peso).

La solicitud de baja de M.C.C. no indica motivo, por lo que ella escribió ‘por gorda’ antes de firmar, y le reclaman el pago hasta final de año ‘por normas internas de la compañía’.

El teléfono gratuito de la aseguradora, para reclamaciones y bajas, además de la musiquita de marras, te informa, a cualquier hora, de que ‘todos nuestros agentes están ocupados en este momento. Deje tooooooooooooooodos sus datos y la llamaremos en un plazo máximo de ¡dos días hábiles! O llame al 902….. donde, después de 40 minutos, el ‘call center’ te cuelga, lo que puede suponer un factura de mas de 50 euros. Es su trabajo, claro, son teleoperadores ajenos a la empresa perfectamente aleccionados para que no puedas gestionar más que altas, y estos en concreto lo hacen muy, pero que muy bien.’

Indagando en las normas de la compañía, resulta que incluyen ‘reducciones de estómago para obesidad mórbida’ y hasta 40 sesiones de terapia psicológica para anorexia y bulimia, ¡ampliables! (http://www.obesos.eu/foro/index.php?topic=6512.0)

"No me hacen la prueba del sueño por obesa, pero sí un bypass gástrico"