jueves. 28.03.2024

Va de modas

Palma esa ciudad sucia en la que parece que nunca pasa nada, se ha pasado al vermú. Ahora para estar al día te montan una vermutería en la esquina, ocasionalmente en el bar de siempre, tres en la misma calle, algunas ya incluso con sucursales.

Abandonado el pintxo y la caña de la ruta martiana, Palma se vuelca con el vermú, de Reus, de grifo, de aquí, de allá, da igual es vermú y está de moda.

Bien por diversificar el producto, hay más oferta, bien. Otra cosa es que haya mejora de servicio, algunos sitios no tienen ni idea de lo que es un vermú, no saben ni lo que es una aceitunita, con su palillo, su hielo comedido... en fin, que haya más producto, el vermú, no mejora la oferta, y no mejora nuestro vermut de toda la vida, el palo con sifón.

Ahora que a los palmesanos de fora vila les ha dado por reivindicar el llonguet, no estaría de mal que nos pusiésemos a reivindicar el palo con sifón. Ahora resulta que el palmesano auténtico vive en Son Sardina o en Es Pil.larí. El Centre es alemán el Eixample foraster y El Terreno sueco.

Es como si los adalides de la libertad, los más progres de toda la vida, no supiesen consensuar las cosas y empezasen a prohibir. Es como si alguien piensa que la derecha no tiene pasado que reivindicar, cuidado, que si se dan cuenta, a más de uno le va a salir la memoria histórica un poco azulona.

Palma es lo que es, una ciudad en la que por la noche te acuestas con un alcalde y por la mañana te levantas con otro, sin elecciones de por medio. Sin comerlo ni beberlo. Sin vermú en el vermut.

Lo que queda de aquí al verano los palmesanos deberíamos ir a esos sitios emblemáticos de la isla, tan saturados, a los que nunca hemos ido, pero que nos molesta que nos impidan el acceso.

Va de modas, ahora se prohibe cualquier cosa, sin aliento, ya no hace falta la ley Mordaza, esto es una libertad tutelada. Prefiero la libertad de los 80, la inconsciente, la que está por descubrir, la que crees que no tienes y sin embargo está ahí.

Va de modas