“No me extraña que no nos den la bandera azul. Con toda la suciedad que viene del torrente es imposible que esta playa esté limpia”, relata Helena al contemplar el torrente. Su compañero Fernando es de la misma opinión, aunque traslada la culpa, fundamentalmente, “al emisario submarino que cada dos por tres lanza las aguas fecales procedentes de la depuradora”.
Un año más, la playa de Ciudad Jardín, refugio de miles de familias en verano, se ha vuelto a quedar sin la codiciada bandera azul. Tanto vecinos como las asociaciones vecinales consultadas coinciden en que la suciedad que arroja al mar el torrente Gross como la obsolescencia del emisario submarino son motivos suficentes para que esta playa no obtenga la bandera azul. A todo esto hay que sumar la falta de limpieza del fondo marino que, con las corrientes marinas, llenan la playa de plásticos y desechos.
Miguel Obrador de la asociación de vecinos de Es Born lamenta esta situación señalando que “hemos denunciado en reiteradas ocasiones en el Govern balear la dejadez en la limpieza del torrente pues la suciedad que arrastra el torrente termina en la playa, una playa que se llena los fines de semana de familias provenientes de Palma”. A esta suciedad hay que sumar, según Obrador “la falta de mantenimiento en las instalaciones de la depuradora y, por si fuera poco, tampoco se actúa correctamente en la limpieza del fondo marino, lo que es muy preocupante ya que la suciedad que arrojan los barcos termina siendo arrastrada por las corrientes hasta la orilla.
La playa de Ciudad Jardín acoge a miles de familias que llegan a estas aguas para pasar el día “por lo que se debería extremar la limpieza y lamentablemente no es así”, señala Obrador.
En términos similares se expresa Jerónimo Sureda de la asociación vecinal Ciudad Jardín-Son Martorell quien achaca la ausencia de la bandera azul a la falta de mantenimiento del emisario submarino y a la considerable cantidad de suciedad que traslada el torrente al llegar al mar.
