jueves. 28.03.2024
Imagen de archivo
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"Estamos contrariados con las instituciones públicas porque están enclavadas en un engranaje antiguo y obsoleto y así no se rompen los lazos que las permitirían enfrentarse a la banca, a los grandes tenedores de viviendas y a los hoteleros. Nos encontramos en una situación en la que nadie quiere romper las reglas para no ir en contra de los poderosos".

Con esta frase, Angela Pons, portavoz de la Plataforma de Afectados por las Hipoetcas (PAH), define la actual situación subrayando que "poco se ha hecho para avanzar en este problema, al que se suma ahora el de la ocupación que se han visto a ejercer personas desahuciadas de sus viviendas en alquiler".

Angela Pons es rigurosa al declarar que "los deshaucios continúan y a ello hay que sumar ahora el problema de la ocupación. Las entidades bancarias ayudan pero no al 100% ya que tenemos que estar ahí para que cumplan con las denominadas “claúsulas suelo” cuando existe una sentencia que deberían cumplir y no forzarles a hacerlo".

En 2017, según indica la portavoz de la PAH, "han aumentado los deshaucios por alquiler ya que la situación laboral no ha mejorado para muchas familias y los alquileres han experimentado una subida brutal que pocos pueden asumir. A todo ello hay que añadir la ocupación de viviendas pues antes nadie hacía caso a esta gente pero ahora, con el incremento de los alquileres, muchas familias terminan ocupando viviendas deshabitadas".

El Ayuntamiento de Palma tampoco sale muy bien parado ya que, tal y como reconoce Angela Pons "desde el ayuntamiento y en lo que hace referencia a la parte de la oficina de atención, se funciona muy bien. Se negocia bien pero el problema es que lamentablemente no hay alternativa pues se hace un gran trabajo y después no se ven los resultados por falta de viviendas. Se necesita que las entidades financieras aporten viviendas para el alquiler social pues, como ejemplo, el pasado año había un parque de 15.000 viviendas disponibles y para alquiler social tan solo se cedieron unas 6".

El alto precio de los alquileres provoca un notable incremento de okupas