jueves. 28.03.2024

Invisible

Entrevista a Oriol Junqueras: el referéndum es una exigencia ciudadana… no hay nada más democrático que las urnas… el pueblo nos lo pide ¿qué quiere usted que hagamos?... es una exigencia democrática. Así, bajo un manto respetable de democracia, avanza el nacionalismo destruyendo el orden legal y la convivencia. Como un monstruo invisible que delata su paso por las ramas rotas y los árboles derribados.

Quitémosle el manto. Veamos al monstruo. La democracia no puede exigir que se destruya la democracia, así que lo que nos propone Junqueras tiene que ser otra cosa. Aunque se resista a decirlo, lo que ofrece frente a nuestra nación cívica -basada en las leyes, la libertad y la igualdad- es la nación étnica, fundada en los criterios de pertenencia y exclusión, en la afirmación de la diferencia y en el odio al de fuera. Por supuesto los criterios de diferenciación –la raza, la etnia, los genes, la cultura, la lengua- son intercambiables y dependen de las modas del momento. ¿Quién se atrevería hoy a invocar la raza? Son meras racionalizaciones ex post para justificar lo que el nacionalista sabe de antemano: que es diferente, y por supuesto mejor. Y sirven para destruir la igualdad de la nación cívica. El odio es un elemento natural en el esquema, y los nacionalistas omiten su concienzuda siembra –en las escuelas y en los medios- cuando ahora, ya florecido, hablan de la reivindicación del pueblo.

Sin la nación étnica no se entiende la alegría con que los nacionalistas omiten las leyes y rompen la convivencia; éstos son los árboles derribados, y aquélla el monstruo invisible. Diferencia y ruptura de la convivencia no parece una alternativa muy estimulante frente a libertad e igualdad en las leyes, así que los nacionalistas son prudentes al disfrazarse de democracia.

Fernando Navarro es diputado de Cs en el Congreso por Baleares

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