jueves. 28.03.2024

El Real Mallorca jugará la próxima temporada en Segunda B, y Maheta Molango -según anunció el pasado martes en una surrealista rueda de prensa- no cambiará nada en la cúpula directiva del club, empezando por él mismo. Pero por lo menos este sábado los aficionados bermellones han podido expresar toda la rabia, la ira y la frustración acumulada durante las últimas temporadas y culminada este año con la infame campaña que han completado los futbolistas isleños.

'Jugadores mercenarios', 'Directiva Dimisión', 'Maheta es un cobarde', 'Esa camiseta no la merecéis' y 'El Mallorca somos nosotros' han sido algunos de los en ocasiones atronadores cánticos lanzados desde una grada que ha silbado al equipo en todo momento, y que se ha cebado especialmente con el capitán (?) Yuste, que entre otras muchas cosas no fue capaz de dar la cara tras la debacle de la semana pasada en Anduva.

Molango y el presidente, Monti Galmés, han aguantado el chaparrón en los minutos previos al partido contra el Getafe de manera estoica, mientras a algunos metros los no convocados Oscar Díaz, Juan Domínguez y Raíllo recibían también toda clase de improperios por un Campeonato decepcionante que ha terminado con un descenso histórico a la categoría de bronce.

La afición bermellona, que hace no mucho tiempo disfrutaba de la Champions, la Recopa, o la Uefa, sabe que la próxima campaña le espera el pozo de una 2aB a la cual el club saldrá, según ha asegurado el propio Maheta Molango, "a competir", sin trazarse el objetivo del ascenso de forma inminente.

Lo sucedido este sábado sobre el terreno de juego ha quedado lógicamente (3-3) en anécdota en un encuentro en el que ninguno de los dos equipos se jugaba ya nada. Eso sí, los seguidores han aplaudido los goles del rival como una forma más de intentar humillar a los profesionales (?) que les han hecho sonrojar durante la mayoría de jornadas. A partir de ahora, con la Liga acabada, quizás el Mallorca empiece a preparar por fin la nueva temporada en Segunda división B.

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