Madrid y Barça se disputaba anoche el primer título de la temporada, la Supercopa de España. Un choque que, a priori, presentaba todos los alicientes para hacer vibrar a la afición. Pero, que, sin embargo, en algunos momentos ha parecido más un amistoso.
El segundo clásico del verano, después de la gira por Miami en la que los eternos rivales se cruzaron y que terminó con victoria culé, ha sido muy distinto al de entonces. Y, no porque lo digamos nosotros, sino porque así lo demuestra el resultado. Un 1-3 que sirve al Madrid para dar la puntilla al Barça y dejar encauzada la Supercopa.
El Madrid ha logrado aventajar a un Barça sin chispa, y con errores tanto en defensa como en ataque. El más sonado, el gol en propia meta de Gerard Piqué, al intentar despejar un centrochut de Marcelo. Un tanto que rompía el 0-0 que se había mantenido en el marcador durante toda la primera mitad, donde los culés han sido superiores.
La segunda mitad, en cambio, ha sido de los blancos. Cristiano ha marcado el segundo, escasos minutos después de un penalti señalado sobre Suárez. Y, que Messi se ha encargado de transformar. En esta misma acción el luso ha visto la amarilla por quitarse la camiseta durante la celebración.
A los pocos minutos, Cristiano volvía a ser protagonista por un piscinazo dentro del área que le ha valido la segunda amarilla y la expulsión. De modo que, podría perderse la vuelta.
El tercer y último tanto del encuentro lo ha marcado el mallorquín Marco Asensio. El joven ha vuelto ha demostrar ser uno de los mejores del equipo al estrenarse con gol en una de las pocas competiciones que le faltaban por disputar.
Con el pitido final, el Madrid deja visto para sentencia la Supercopa. El partido de vuelta se disputará el miércoles, a las 23.00 horas en el Bernabéu.
