viernes. 19.04.2024
REUTERS / YURI GRIPAS
REUTERS / YURI GRIPAS

La clase obrera ha sido la última en dar la espalda a Donald Trump, tras la respuesta del presidenta al asesinato de una joven antifascista en los enfrentamientos de Charlotesville, Virginia.

Los trabajadores no entienden la respuesta ambigua del presidente a este trágico suceso que ha conmocionado al país. Y, por tanto, la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) ha decidido abandonar el consejo de empresarios creado por Trump.

Así lo ha explicado Richard L. Trumka, presidente de AFL-CIO, una central con más de 12 millones de afiliados.

"No puedo sentarme en un consejo para un presidente que tolera el fascismo y el terrorismo doméstico", ha dicho.

Además, Trumka ha criticado duramente la utilidad de este consejo. Y es que, a su entender, "jamás fue un instrumento efectivo para aplicar una política real hacia las familias trabajadoras". "Se ha convertido", ha concluido, "en otra promesa rota en el historial del presidente".

Con Trumka ya son ocho los presidentes y consejeros delegados que han abandonado el consejo de Trump.

La mayor central obrera norteamericana da la espalda a Trump