viernes. 29.03.2024

La triste semana vivida

Qué triste semana la que hemos vivido, quizás la peor en muchos años. Se han mezclado muchas cosas y posiblemente se han tergiversado otras, dobles lecturas e infinidad de acusaciones, autos bombos y platillos, ventiladores en marcha y por desgracia mucha política peregrina en el fondo.

Desgraciadamente esta vez nos ha tocado, después de muchos años de tranquilidad, tras los desgraciados atentados de Madrid, el azote de la guerra santa de algunos musulmanes, no olvidemos este punto, estos fanáticos también en nombre de Ala, atentan en sus propios territorios, mucho más que en Europa, en donde los mismos significan sólo el 0,01% de sus atentados globales.

Barcelona y Cambrils han sido sus objetivos y desgraciadamente 22 personas han perdido la vida (15 ciudadanos normales y 7 terroristas) con más de 150 heridos de muchas nacionalidades.

Los medios de comunicación se han volcado en la noticia con un gran trabajo realizado que ha dejado al descubierto muchas sombras y una gran cantidad de luces.

La rapidez en la solución final ha sido espectacular, debemos felicitar a todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado por ello, sin excepción de clase alguna, sus miembros no tienen la culpa de que los Jefes Políticos catalanes sean unos egocéntricos impresentables. Los Mossos, aun de sus presuntos fallos por la bisoñez de su Cuerpo Policial, no pueden ni deben asumir la incompetencia política de sus Jefes ni la ciudadanía debe dársela.

Han trabajado siguiendo órdenes “de arriba” y las ordenes de arriba han jugado su carta política. Cataluña es aún España, la acción antiterrorista está al 100% en manos del Gobierno Central, la policía autonómica tiene sus competencias respetadas y respetables pero la Generalitat se considera ya, aparentemente, un estado independiente y quería demostrar ser autosuficiente en la resolución de este asunto despreciando públicamente cualquier aportación del resto de fuerzas de España, que si tienen en todo el territorio nacional competencias en la materia y que quizás, en este asunto, han trabajado tanto o más que ellos en Cataluña en la prevención de atentados yijadistas, no son los números de los Mossos los que han desoído informaciones y negado actuaciones a terceros, éstos han obedecido muy posiblemente a sus superiores y estos, sus superiores han desoído las insinuaciones de jueces y las llamadas del alcalde de Vilvoorde, Sr. Hans Borde, sobre el Imán de Ripoll. Los Mossos se han jugado la vida, sus superiores la “medallita”.

La desgracia hubiera podido ser mucho mayor si la casualidad no hubiera ido a favor de las circunstancias.

Espero y deseo que nuestro Rey, representante de toda la ciudadanía nos represente en la manifestación y encabece la misma y que la Generalitat de Cataluña, cosa que no hará, rectifique su actitud insultante de prepotencia por hacer política con las víctimas del terrorismo, esto para mi les deslegitima totalmente, es la forma más mezquina de la política en esta circunstancias y me avergüenza que haya aún partidos que no deseen firmar el pacto antiterrorista. ¿Es que acaso estos partidos son dueños de la vida de algunos españoles?

La triste semana vivida