jueves. 28.03.2024

La Guardia Civil ha desmantelado una organización criminal internacional dedicada a la comisión de delitos contra la salud pública, así como al blanqueo de capitales procedentes de esta actividad delictiva, y se han intervenido grandes cantidades de medicamentos y sustancias prohibidas en el deporte.

Según ha informado la Benemérita en un comunicado, en el marco de la 'operación Vitra' han sido detenidas 41 personas en las provincias de Baleares, Madrid, Toledo, Barcelona, Tarragona, Almería, Málaga, Canarias y Huelva. Hay otras tres personas que están siendo investigadas.

También se han efectuado un total de 45 registros en viviendas, locales comerciales y gimnasios, donde se han interviniendo grandes cantidades de medicamentos sustancias diversas, la mayoría de ellas relacionadas con el dopaje deportivo.

Las investigaciones se iniciaron a principios de 2017 tras ser detectado un centro deportivo, ubicado en Baleares, desde el que se estarían dispensando este tipo de sustancias sin ningún tipo de control sanitario y terapéutico, en concreto, un gimnasio de s'Arenal de Llucmajor.

Tras identificar al responsable de dicha actividad ilícita, comprobaron que mantenía contactos con otras estructuras criminales con el mismo fin delictivo y que importaba la mayor parte de las sustancias desde Portugal.

De esta manera, los investigadores fueron identificando varias células de la organización distribuidas por diversas provincias españolas, dedicadas a la comercialización ilegal de este tipo de productos. A su vez, estas estructuras dependientes de la organización criminal principal tenían otras vías de suministro internacional para el abastecimiento de las sustancias.

Importación de las sustancias

Las sustancias anabolizantes, esteroideos, hormonales y otro tipo de medicamentos fuera del cauce legal establecido, eran importadas a España desde Portugal, Grecia, Letonia, Polonia, Hungría, Bulgaria y Estados Unidos, empleando para ello generalmente empresas de paquetería para su posterior distribución a los consumidores finales.

Los miembros de la organización (que contaba con varios escalones o roles definidos) utilizaban identidades falsas, así como estructuras comerciales para mayor seguridad en los envíos. En ocasiones contaban también con la complicidad delictiva de empleados de las empresas de transporte.

Para realizar estos envíos, los investigados adoptaban importantes medidas de seguridad, llegando a emplear pisos francos en los que se recepcionaban y almacenaban de los productos medicamentosos.

Desmantelada una red de tráfico de medicamentos y anabolizantes