viernes. 29.03.2024

El ex gerente del Ibisec durante el segundo Govern de Jaume Matas ha corroborado este martes que el contrato de la ópera vino "impuesto". Y es que, según ha dicho, "se tenía que adjudicar" sí o sí al arquitecto Santiago Calatrava.

Así lo ha manifestado durante su declaración como testigo en el juicio por el 'caso ópera'. Manteniendo así la misma versión que han dado otros técnicos del Ibisec. Estos técnicos aseguraron que fueron presionados para afirmar en informes que el proyecto sólo lo podía realizar Calatrava.

La fiscal, Laura Pellón, ha preguntado al ex gerente si todo el expediente fue "un formalismo para vestir un acuerdo previamente adoptado". Y el testigo ha respondido claramente que sí. "Ya estaba acordado", ha apostillado.

El testigo ha contado que el entonces conseller de Educación y Cultura, Francesc Fiol, fue quien le dió las órdejes. Ha dicho que le dijo que tenian que hacer un concurso para la remodelación del Moll Vell. Se trata de un encargo de Presidencia, ha asegurado que le dijo. Y, ha añadido, me dijo "se tenía que adjudicar a Calatrava".

En este sentido, el gerente ha confirmado que los técnicos "tenían que decir que las características de la arquitectura de Calatrava se adaptaban al proyecto".

En cuanto al precio --1,2 millones de euros--, ha detallado que venía especificado del Consell de Govern. "Me dijeron que era el precio que tenía que incluir", ha dicho.

En este sentido, el ex gerente del Ibisec ha señalado que hubo "prisas". "Se me insistía en que aquello pudiese llegar a la adjudicación lo más rápido posible", ha narrado. Eso le provocó "cierta inseguridad".

Asimismo, ha declarado que aunque manifestó su oposición, él "no era la pieza imprescindible" para la tramitación. "No me quedaba otra", ha enfatizado.

El ex gerente del Ibisec corrobora que contrato de la ópera vino "impuesto"