Sa Fira Dolça de Esporles daba este domingo la bienvenida al otoño demostrando su gran poder de convocatoria (o lo golosos que somos…). Sin lluvia y con temperaturas muy agradables, a pesar de ser la XIII edición, Esporles se convirtió en un gran ‘obrador’ de dulces, y algunos salados, que hicieron las delicias de grandes y pequeños. Pocos faltaron a la cita obligada con el sabor, por su originalidad y el gran ambiente festivo que la destaca.
Desde muy temprano el pueblo fue un hervidero de puestos que ofertaban sus mejores platos, incluyendo también una variada muestra del comercio local y las actividades de las agrupaciones vecinales.
La alcaldesa de Esporles, Maria Ramon, y Xisca Torres, regidora de Promoció Econòmica, inauguraron esta XIII edición de una feria que reúne lo mejor de la repostería y los productos relacionados de Mallorca. Recibieron a diferentes autoridades con las que visitaron todos los expositores, y entre ellas, como no, el presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, vecino del pueblo y muchos años alcalde de la localidad, y el conseller de Medi Ambient del Govern balear, Vicenç Matas, regidor de la misma área durante las legislaturas de Ensenyat.
Cocas, ensaimadas, buñuelos, pasteles, miel, chocolate, vinos dulces, caramelos y golosinas de todo tipo tentaron a los paseantes, que iban cayendo sin excepción en sus dulces ‘pecadillos’.
No faltaron las demostraciones gastronómicas a cargo de la Escuela de Hostelería de la UIB, los productos de la Associació d’Artesanes de Tramuntana, el tradicional encuentro de Brodadores, Randeres i Floreres, el espacio dedicado a la cerveza artesana, la música, el ball de bot , el paseo en tren, el concurso de cortadores con motosierra, los foners y una oferta inagotable de actividades entreveradas para un domingo diferente.