jueves. 28.03.2024

Un testigo, dueño de una empresa de máquinas recreativas en Magaluf, presente en el sumario del caso de corrupción policial, ha asegurado que cuando dejó de ser socio de la asociación de comerciantes de Mallorca (Acotur), desde el Ayuntamiento se le empezaron a "plantear problemas" y a levantar actas, cosa que "no había pasado en 25 años".

Según ha explicado ante los investigadores, nunca había habido ningún tipo de problema administrativo hasta que le llegó la noticia de que por parte del Ayuntamiento pretendían prohibir las máquinas porque una asociación -Acotur- había presentado una queja o denuncia.

Tras esto, contactó con el presidente de Acotur, José Tirado, quien le confirmó lo ocurrido y le sugirió, por otro lado, la "conveniencia de trabajar juntos". Así, se reunieron y ante las "sugerencias" de Tirado decidieron asociarse y pagar la cuota anual que fue de 850 euros.

Después de esto, relata el testigo, mientras estuvo pagando la cuota "no se volvió a plantear ningún problema" respecto a las máquinas hasta que en 2016 dejó de pagar lo que provocó que Tirado le llamara por teléfono y le dijera que era "un gitano" y que se iban "a joder".

Así, después de dejar de ser socios empezaron a recibir visitas o advertencias por parte de funcionarios del Ayuntamiento de Calvià que le ponían problemas en relación a la ubicación y el ruido de según qué recreativas (las de boxeo, en concreto).

A esto, el testigo preguntó a un funcionario si las quejas venían de la Asociación de Bares, Restaurantes y Servicios de Calvià a lo que le contestaron que no, por lo que entendió que las quejas venían de Acotur.

Más tarde, el 20 de septiembre de 2016 la Policía Local se personó en los locales donde había máquinas recreativas de boxeo y fútbol y levantó un acta, "cosa que no había ocurrido en 25 años", explica.

Con esto, y después de que las tres empresas de máquinas recreativas de la zona dejaran de pagar la cuota, se enteraron por las noticias de que iba a publicarse una ordenanza -la Ordenanza de estética exterior de Calvià- que acabó prohibiendo dichas máquinas en agosto de 2017.

Por otro lado, preguntado por los investigadores sobre a dónde iba el dinero de los asociados, el testigo contestó que "de vez en cuando se tenía que invitar a comer a algún cargo del Ayuntamiento" o "para pagar a la secretaria, etcétera".

“Esto no me había pasado en 25 años”