jueves. 28.03.2024
Imagen de archivo
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El juez Manuel Penalva ha ordenado que el empresario Bartolomé Cursach siga en prisión debido a las presuntas "presiones y amenazas" que se han producido hacia los testigos, a los que, supuestamente, también se les ha ofrecido dinero para que no declaren o para que cambien sus testimonios.

Además de por esto, en un auto que se ha hecho público esta semana y que cuenta con 95 páginas, el juez deniega la solicitud de libertad a Cursach por el "riesgo de ocultación, manipulación o destrucción de pruebas".

Penalva también cita las dos sentencias condenatorias por "obstrucción a la justicia" a personas, según escribe, "del circulo más o menos íntimo del cabecilla de esta organización criminal, en concreto el sobrino del señor Cursach", y a uno de los 'matones', contratado en su día como portero de la discoteca Tito's".

El juez de instructor número 12 asegura pues que "el insólito escenario descrito, no es el más propicio ni adecuado para plantear la libertad provisional de quien está al frente de una organización criminal, que incluso estando en prisión preventiva recurre a semejantes tácticas".

Por otro lado, la vuelta de Cursach a la cárcel de Palma se espera dentro de esta semana, después de que la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma dejase "sin efecto" el traslado a la cárcel de Alicante II, a donde fue llevado en junio. A pesar de esto, y aunque en el auto se describe que el traslado debe ser "inminente" esto se podría retrasar unos días más.

Cursach deberá seguir en prisión por las "amenazas" y los intentos de "comprar a testigos"