viernes. 19.04.2024

Y lo hace para conseguir un comercio de calidad y que atraiga a clientes con un elevado poder adquisitivo. Así lo comenta a Mallorca Confidencial, el presidente de la Asociación de comerciantes y restauradores de Inca, Pep Nicolau, quién hace un llamamiento al equipo de gobierno municipal para incidir en cuestiones como; limpieza, zonas de aparcamiento, alumbrado público, accesibilidad, y un embellecimiento general del casco urbano de la ciudad “que contribuiría a que el municipio ofreciera su mejor cara al visitante”.

La crisis económica castigó especialmente al sector industrial de Inca, sobre todo a la industria de la piel, antaño motor económico del municipio y hoy en día presente tan solo de forma residual. “Nunca volverán los años de esplendor de hace varias décadas pero sí es cierto que el sector comercial se recupera”.

De hecho, ha aumentado en un 10% el número de comercios nacidos en Inca en los dos últimos años. Actualmente, la asociación cuenta con 136 asociados entre comercios y restaurantes “lejos de los 250 de hace unos años, aunque somos optimistas y creemos firmemente que este número crecerá en el futuro como fruto de una nueva bonanza económica”.

“Inca crece, evoluciona, y creemos que con mayores inversiones municipales para reformar espacios y calles, con la creación de más zonas peatonales, la reforma de la Plaza Mallorca, la apertura del Teatro Municipal, entre otros proyectos, conseguiremos que Inca vuelva a ser el centro neurálgico de Mallorca y no solo por ubicación sino también por su oferta comercial, gastronómica cultural y turística”, dice Nicolau.

A pesar de que no se trata de un municipio turístico, pues carece de litoral y no cuenta con una planta hotelera importante, Inca es turística y atrae a un gran número de visitantes, ya sea porque se alojan en establecimientos de agroturismo, porque acuden al tradicional mercado de los jueves, o porque quieren degustar en sus restaurantes la típica cocina mallorquina.

“Luchar contra la estacionalidad turística es posible y la manera de conseguirlo es ofreciendo un producto atractivo al visitante durante todo el año”.

La Asociación de comerciantes y restauradores de Inca juega un papel importante en la configuración del Dijous Bo y las ferias que le preceden.

Así, según comenta su presidente, Pep Nicolau, la entidad nace con estatutos propios en 1982 con la finalidad de dinamizar las tres fires y el propio Dijous Bo, “de ahí que nuestra participación sea intensa y creemos que muy efectiva”.

La Mostra de Comerç que se celebra en la Plaza Mallorca desde hace más de 25 años durante el Dijous Bo es parada obligada para los miles de visitantes.

Este año, 35 stands ofrecerán al visitante un gran abanico de productos y servicios; decoración, muebles, aire acondicionado, bebidas de producción mallorquina, domótica, fitness, alimentos, servicios legales, comunicaciones, formación, entre un largo etcétera.

Sin embargo, la asociación ya participó en las ferias previas al Dijous,Bo y en los días anteriores al gran Jueves, con la organización de desfiles de modas y la celebración de la Feria de la Ciencia y la Tecnología, que se celebró el domingo de la segunda fira, en la que se realizaron cursillos y talleres sobre nuevas tecnologías y la visita posterior de más de mil alumnos de los colegios inqueros.

Asimismo, la tercera fira acogió el Mercado Medieval que ocupó todo el centro urbano de Inca con multitud de paradas de gastronomía, artesanía, producto local, bisutería y un programa de actividades que hizo las delicias de grandes y pequeños a cargo del Circ Bover.

También cabe destacar la Mostra de Cuines del Món del sábado y domingo en la plaza Mallorca que cargó el cartel de “completo” los dos días. Un total de 21 stands de cocinas de Japón, Alemania, Estados Unidos, Austria, Chile, Armenia, Argentina, España y Baleares que hicieron las delicias de los comensales, un aforo de 500 personas sentadas.

El tejido comercial de Inca busca la connivencia del Ayuntamiento