jueves. 28.03.2024

La conocida empresa lleva en activo desde mediados de los años 40 (hablamos del siglo XX) y fue una de las industrias pioneras en Mallorca en el servicio a grandes comunidades como hoteles, apartamentos y hospitales.

Desde Palma se mudaron al Raiguer a finales de los 90, pero nunca han dejado de estar en tela de juicio por sus vertidos de aguas ‘de colores inciertos’, según los vecinos de la zona.

Cierto es que con su traslado implantaron una depuradora propia de aguas residuales en su nueva planta, “adaptando en todo momento el uso de sus productos a la normativa en materia medioambiental e instalando maquinaria ahorradora en términos de agua y energía” según la empresa, pero sigue sin convencer del todo a quienes conocen el entorno porque viven en él.

Aún así, la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Parlament balear celebrada esta tarde ha rechazado una proposición no de ley de El PI-Proposta per les Illes sobre el control de los vertidos de la lavandería en el torrent Solleric.

La iniciativa proponía al Govern que estudiara y planificara que las aguas de la lavandería, situada en Consell y que actualmente vierte al torrent Solleric, sean conectadas a la depuradora del municipio para su tratamiento.

Además, también le instaba a realizar un estudio en un plazo máximo de tres meses en relación a una posible modificación o revocación de la autorización de vertido a la empresa o su actualización.

La PNL ha sido defendida por el diputado Josep Melià y ambos puntos han sido rechazados.

Las famosas lavanderías de siempre, seguirán funcionando como siempre