jueves. 28.03.2024

Pequeño comercio: con razón y corazón

Diciembre es un mes emotivo pero efímero por que suele acelerar nuestro tiempo y pasar a una velocidad de vértigo. Tanto es así que no nos damos cuenta y casi nos topamos de frente con la Navidad casi por casualidad; tal es el acelerón que llevamos encima todos.

Lo mismo pasa en nuestro sector comercial. Tenemos tantas esperanzas depositadas en este mes de campaña intensa. Creanme el pequeño comercio se juega mucho, muchísimo en estas semanas. Buena parte del futuro que se nos dibuja a partir del mes de enero se construye en Navidad. Y la verdad es que en este año llegamos con expectativas positivas similares a la evolución de la economía. Por otro lado no podemos esconder que son grandes los temores que nos atenazan. Y no es para menos. Los grandes operadores hacen todo lo que pueden y más para acaparar de forma voraz el mercado ahogando a los pequeños que se las tienen que ingeniar para no perder su espacio.

No nos queda más remedio que apelar al corazón de nuestros clientes pero también a la razón para conseguir sobrevivir. Me voy a explicar de forma clara y concisa. Hay que apelar al corazón por que el pequeño comercio de nuestros pueblos y barrios tiene rostros identificables detrás. Estas caras con nombres y apellidos son la mejor garantía de que encontraremos un trato cercano y un consejo sincero. El simple hecho de que tu tendero conozca tu nombre y tus gustos es algo excepcional a preservar hoy dia.

Y si hablamos de la razón, tengo la obligación de poner sobre la mesa los miles de puestos de trabajo que el pequeño comercio representa. Sin este tejido económico y laboral nuestra sociedad será más pobre en todos los sentidos, monetaria y socialmente y este es un lujo que no nos podemos permitir.

Aquí me voy a parar hoy pero creo que estos son argumentos más que suficientes para que nos concienciemos de que, en estos momentos, más que nunca, hay que apoyar con hechos al pequeño comercio. ¿Nos ayudas?

Solo con la fuerza de la ciudadanía las expectativas se cumplirán i este fenomenal tejido social y económico que representa el pequeño comercio se podrá mantener.

Pequeño comercio: con razón y corazón