Por María Jesús Almemdáriz
Un centenar de asistentes se dieron cita este domingo en el cementerio de Esporles para homenajear y dar la bienvenida a dos de sus hijos que fueron fusilados en plena guerra civil.
En el acto al que asistieron familiares, amigos y vecinos, además del presidente del Consell Insular de Mallorca, Miquel Ensenyat, la alcaldesa de Esporles, Maria Ramón, y el exconseller de Educació i Cultura, Bartomeu Llinàs, se vivieron momentos de emoción, pero también de reivindicación, siendo la frase más dicha y escuchada: "Se ha hecho justicia".
Justicia porque al final el cementerio de Esportes acogía al que fuera su alcalde republicano Tomàs Seguí, un marger y militante socialista. Fue torturado tras ser detenido y después fusilado en Porreres. Desde 1984 es hijo ilustre de su pueblo.
El otro esporlerí es Joan Cañellas. Tenía 31 años, trabajaba de albañil y militaba en el Partido Socialista Obrero Español.
Las banderas republicanas cubrían los cajones de madera, dónde se depositaron los restos mortales de ambos tras ser encontrados en la fosa de Porreres. Colores republicanos y las rosas socialistas acompañaron este sentido acto de homenaje y retorno.