viernes. 19.04.2024

Por Josep Medrano

El tradicional Pi de Sant Antoni ha sido uno de los más accidentados de los que se recuerda. La fiesta ya empezaba con polémica, ya que era la primera edición que se celebraría sin el tradicional gallo colocado en una cesta en lo alto del pino, debido a la nueva Ley de Protección Animal.

Pero los verdaderos problemas aparecieron durante el traslado del Pi desde la finca de Ternelles. La medida récord del arbol, 22 metros, dificultó, y mucho, su traslado hacia la Plaça Vella de Pollença. Durante el trayecto, el carro con el que se transportaba el Pi volcó, hiriendo a dos jóvenes. A partir de ese momento, los vecinos de Pollença tuvieron que llevar a peso el árbol.

Una vez llegaron a la Plaça Vella, hacia las 21:00 horas, la gran altura del Pi no permitían entrarlo. Con los intentos de maniobrar para introducirlo en la plaza, el pino se partió. Sus 22 metros de récord se quedaron en 15. En ese momento hubo incertidumbre por si se podría celebrar la fiesta.

Después de recortarle la copa, el árbol pudo acceder a la plaza. No fue hasta las 23:00 horas que se pudo plantar el Pi. En ese momento empezaron las prisas para ver quien sería capaz de coronarlo. El honor recayó en Joan Vanrell, que a las 1:08 horas llegó a lo más alto del Pi. No obtuvo el gallo de recompensa, pero si abrió la tradicional bolsa de confeti. Así finalizó uno de los Pi de Sant Antoni más accidentados de los que se recuerda.

Un Pi de Sant Antoni muy accidentado se corona a las 1:08