Esta semana el Consell de Mallorca tendrá que tomar una decisión definitiva si desea que las obras de la Vía Conectora estén en marcha o acabadas en todos su tramos durante esta legislatura.
Si no se da el visto bueno al Tramo 1 y se aplaza su licitación, con toda probabilidad no podrán ejecutarse las obras en este tramo, el más conflictivo técnicamente hablando y más complejo por la importante cantidad de infraestructuras que han de ejecutarse. Su aprobación, más que de una decisión técnica, puede llegar mediante una solución política.
En estos momentos, el Tramo 4 de la Vía Conectora ya está acabado; el 3 también, mientras que el 2 se encuentra en fase de ejecución con unas obras reanudadas recientemente.
La espina para acabar de una vez por todas está en el Tramo 1, el más complejo de todos pues se desarrolla entre la barriada del Coll d'en Rabassa hasta los depósitos de CLH. Este tramo, con proyecto ya cerrado por el Consell, presenta una gran complejidad técnica ya que a la presencia de la propia barriada hay que sumar la confluencia con la autopista de Llucmajor, lo que obliga a realizar actuaciones en infraestructuras viarias que, al parecer, no son del agrado de algún grupo político que forma parte del Pacte del Consell Insular.
Por ello, esta semana el Consell debería aprobar este nuevo proyecto para posteriormente licitarlo y, si es así, las obras podrían iniciarse durante el último trimestre de este año.
En caso contrario, la tardanza en licitar las obras por problemas de índole político conllevaría que las mismas se retrasasen, más si tiene en consideración que el próximo año es electoral.
