31 de enero de 2018, 0:34
Las langostas dejarán de ser hervidas vivas en Suiza y los cocineros tendrán que aturdirlas antes de cocerlas a partir de este viernes, cuando entra en vigor una nueva ley promovida por los animalistas.
La legislación protege a las langostas y otros decápodos vivos, que tampoco podrán ser transportados en hielo ni en agua helada, sino únicamente en su entorno natural, lo que implicará el uso de especies de peceras.