viernes. 29.03.2024

Por María Jesús Almendáriz

El año pasado por estas fechas el Gorg Blau y el Cúber andanban tan sobrados que efectivamente las lluvias desbordaron su capacidad del 100%.

La pasada semana su capacidad estaba al 43%,  pero el agua caída el fin de semana ha subido el nivel hasta el 52%.

No está mal, pero falta mucho para llegar a las cifras que nos dio el 2017, por lo que hay que retrotraerse hasta el 2016 para no hacer actualmente un balance tan negativo, ya que hace dos años ambos embalses tenían sólo una reserva del 25% en las mismas fechas.

Esto quiere decir que Emaya deberá echar mano del agua desalada que le vende Abaqua, la empresa pública que gestiona la Conselleria de Medi Ambient de Vicenç Vidal Matas.

Mucho dinero, si tenemos en cuenta que en el 2017 con los embalses al cien por cien, se gastaron 3,7 millones de euros. Una cifra, desde luego muy alejada de los 7,8 millones de euros que tuvieron que desembolsar en el 2016, cuando las cosas del agua estaban tan mal y se hablaba de pertinaz sequía.

Consecuentemente en Emaya "hay preocupación ya que, a pesar de las lluvias caídas este pasado fin de semana han aportado importantes recursos a pozos y embalses, lo cierto es que el otoño ha sido muy seco", han indicado a mallorcaconfidencial.com desde la empresa municipal.

"Afortunadamente veníamos de un año lluvioso y los acuíferos están en una situación aceptable", lo que quiere decir que "no estamos en sequía".

No obstante, si no mejora la situación tendremos que hacer una campaña más intensa, como la del verano de 2016", subrayan las mismas fuentes.

Desde Emaya se insiste en que "no debemos bajar la guardia" y pone en valor "las campañas de ahorro de agua que realizamos de forma continuada, con actividades en los colegios y consejos en la web corporativa".

Sin olvidarnos de la "renovación de tuberías para reducir pérdidas que estamos acometiendo", añaden.

Una vez más y ante la llegada del verano y las grandes cifras de turistas, no les queda más remedio que apelar al consumo y gestión de forma responsable.

Con los embalses al 52%, Emaya tendrá que comprar agua desalada