jueves. 28.03.2024

La Policía Nacional ha desmantelado una red de tráfico de personas que captaba a ciudadanos de China y les prometía llegar hasta Reino Unido pasando por Cataluña, donde se les alojaba temporalmente en 'pisos patera', por una "tarifa plana" de 20.000 euros.

En la operación han resultado detenidas 155 personas en nueve provincias, incluidos los cuatro máximos responsables de la trama, y cinco testigos protegidos. Cinco personas han sido detenidas en Eivissa.

Según explica la Policía Nacional en un comunicado, la investigación comenzó hace casi tres años en el aeropuerto del Prat de Llobregat de Barcelona, donde los agentes detectaron un aumento significativo en los delitos de falsedad documental por parte de ciudadanos de origen asiático que pretendían volar hacia Reino Unido.

El análisis de las documentaciones intervenidas permitió a los agentes establecer una conexión entre todas las detenciones y constatar la existencia de un entramado delictivo responsable del tráfico ilegal de personas. Descubrieron que la organización captaba a sus víctimas en China y les prometían llegar hasta Reino Unido o Irlanda a cambio de una "tarifa plana" de 20.000 euros por persona con los que se sufragaban los pasaportes y los cruces de fronteras hasta llegar ilícitamente a destino.

Tras ser introducidos en espacio Schengen, los migrantes eran trasladados a diferentes municipios de la provincia de Barcelona donde eran alojados temporalmente en "pisos patera". Allí les retiraban la documentación ya utilizaba y esperaban la llegada de los nuevos documentos de viaje para volar a su destino final.

"La documentación era confeccionada en China y remitida hasta nuestro país a través de empresas de mensajería y paquetería, pudiendo constatar la regularidad de un envío a la semana. Una vez en su poder, la organización adquiría billetes de avión en compañías "low cost" el mismo día de vuelo para dificultar la acción policial", explica la Policía Nacional.

De hecho, los agentes explican que esta red "tenía un carácter extremadamente hermético", así como estructurado y jerarquizado, con miembros que operaban tanto en España como en terceros países. Se adaptaba continuamente a las nuevas situaciones e innovaba las rutas y procedimientos cada cierto tiempo en función de los éxitos o fracasos obtenidos.

Para ello, contaba por un lado con "pasadores" que se encargaban de acompañar, guiar y controlar a los migrantes al objeto de minimizar los riesgos de ser detectados por las autoridades.

Por otro, disponía de "los maestros", que instruían a los ciudadanos traficados en lo necesario para poder pasar los controles fronterizos, incluso entregándoles fichas con las frases en inglés más habituales que les podrían preguntar en un control policial aeroportuario.

5 detenidos en Eivissa al desmantelar red de tráfico de ciudadanos chinos