jueves. 28.03.2024

Cuando el 15 de marzo de 2011 algunos sirios salieron a las calles contra el presidente Bashar al Assad seguramente pocos pensaban que lo que era una protesta tras la estela del éxito de las revoluciones en Túnez y Egipto acabaría en una cruenta guerra civil que siete años después sigue abierta y sin visos de cerrarse a corto plazo.

Millones de vidas truncadas, el coste de siete años de guerra en Siria

Siete años en los que millones de vidas se han visto truncadas y en los que los Derechos Humanos y por el Derecho Internacional Humanitario han sido pisoteados por todos los bandos, según se han encargado de denunciar reiteradamente desde la ONU y desde las organizaciones de defensa de los derechos fundamentales.

Esta semana, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un organismo que desde que estalló el conflicto ha estado haciendo seguimiento con fuentes dentro del país de las consecuencias de la violencia, cifró en más de 511.000 los muertos en estos siete años, de los que más de 106.000 son civiles y 15.500 son niños.

Estos últimos, como en todos los conflictos, son las principales víctimas, expuestos como están a los efectos físicos pero también psicológicos que el ser testigos un día sí y otro también a hechos violentos tiene sobre sus vidas. De los 13,1 millones de personas que la ONU estima que necesitan ayuda humanitaria para subsistir dentro del país, el 40 por ciento son menores de edad.

Según los datos del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), los niños víctimas del conflicto aumentaron un 50 por ciento en 2017 con respecto a 2016. Así, la agencia contabilizó al menos 910 menores muertos --más de dos al día-- y otros 360 heridos. "2017 fue el año más mortífero para los niños en la guerra de Siria", denuncia el coordinador humanitario regional para la crisis de Siria, Panos Moumtzis, subrayando que "hay un niño y una familia de luto detrás de todas y cada una de estas cifras".

Los niños suponen también en torno a la mitad de los millones de sirios que se han visto desplazados, en muchos casos en más de una ocasión, y que han optado por buscar refugio principalmente en los países vecinos para escapar de las acciones tanto del Gobierno de Al Assad, como de los rebeldes y de grupos terroristas como Estado Islámico o el Frente al Nusra (la antigua filial de Al Qaeda).

Unos 6,1 millones de sirios han buscado un lugar seguro dentro de los confines de Siria, mientras que otros 5,6 millones han optado por refugiarse, mayoritariamente en los países de la región, siendo Turquía el que más refugiados sirios acoge, con 3,3 millones. La ONU prevé que este año podrían verse desplazados otros 1,5 millones de sirios este año.

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