viernes. 29.03.2024

Un estudio publicado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) estima que en un escenario central Balears, País Vasco y Navarra se acercarían al pleno empleo a finales de 2020, mientras que a nivel estatal la tasa de paro bajaría hasta el entorno del 10 por ciento, si bien advierte de que la deuda pública y el paro se mantienen como los principales desafíos del país a medio plazo.

Asimismo, Funcas estima que la crisis política en Cataluña restará tres décimas al crecimiento de la economía española este año, pero cree que está garantizado un crecimiento superior al 2% hasta el año 2020, cuando la tasa de paro bajará al entorno del 11%.

Así se desprende del último número de 'Cuadernos de Información Económica', publicación editada por Funcas, que incluye un artículo de Raymond Torres y María Jesús Fernández, que estudia la solidez del actual ciclo expansivo de la economía española y concluye que la economía está mejor posicionada que en épocas anteriores para hacer frente a posibles shocks externos hasta 2020, por la mejora financiera de las empresas, el saneamiento del sector financiero y la favorable posición competitiva del país.

A partir de la formulación de cuatro escenarios para el periodo 2018-2020, los autores concluyen que en todos ellos la economía española seguiría creciendo hasta 2020 e incluso en el peor no caería en una recesión prolongada.

La previsión central apunta a una desaceleración gradual de la economía, con un alza del PIB del 2,8% este año, del 2,4% en 2019 y del 2,2% en 2020. Según Funcas, el conflicto secesionista en Cataluña detraerá tres décimas de crecimiento de la economía española este año, y su impacto se reduciría durante los otros dos ejercicios.

La moderación del crecimiento se debe a una ralentización del consumo privado, por el agotamiento de la demanda que se había embalsado durante los años centrales de la crisis, lo que provocará que el consumo privado se incremente al mismo ritmo que la renta de los hogares, quebrando la senda expansiva de los años anteriores. La tasa de ahorro de los hogares se mantendrá en torno a su nivel de equilibrio, estimado en el 6% de la renta disponible.

A su vez, la inversión mantendría su dinamismo, aunque la normalización de la política monetaria podría moderarlo a partir de 2019, en tanto que la aportación del sector externo seguirá siendo positiva, aunque algo menos que durante la fase inicial de la recuperación, a medida que las importaciones recuperan su elasticidad histórica.

ESCENARIO OPTIMISTA Y PESIMISTA

En el escenario optimista, el elevado crecimiento de la economía mundial, junto con la rápida normalización en Cataluña se traduciría en una desaceleración aún más gradual que en el escenario central. Así, bajo ese escenario proyecta un avance del PIB del 3,1% este año, del 2,7% en 2019 y del 2,4% en 2020. Todos los desequilibrios, como paro o deuda, se reducirían a mayor velocidad, sin presionar sobre las cuentas externas ni los precios.

Por el contrario, en un escenario de riesgo, el menor crecimiento mundial afectaría las perspectivas de crecimiento, que para España serían del 2% este año, del 1,5% en 2019 y del 1,8% en 2020. El encarecimiento del petróleo provocaría un deterioro de las perspectivas de inflación y de la balanza externa, en tanto que la cronificación del conflicto en Cataluña presionaría al alza la prima de riesgo.

Finalmente, en un escenario de riesgo incrementado, el crecimiento se desplomaría por la rarefacción del crédito y el aumento de los tipos de interés. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en 2011 y 2012, la economía no entraría en recesión y crecería un 1,4% este año, un 0,7% en 2019 y un 1,2% en 2020.

MEJOR POSICIÓN FINANCIERA

En todo caso, el artículo destaca que la mejora de la posición financiera de empresas y hogares es uno de los factores que más contribuye al buen posicionamiento de la economía española. Entre 2010 y 2017, las empresas no financieras redujeron su endeudamiento en más de 310.000 millones de euros, lo que se traduce en el pago el año pasado de 13.000 millones en intereses frente a los 33.000 millones en 2010.

Por tanto, Funcas cree que un aumento de tipos tendría un impacto más limitado que en años anteriores y que los hogares también podrían afrontar un shock financiero con más facilidad que durante la crisis. Desde 2010, su deuda se ha reducido en 170.000 millones, hasta representar cerca de un año de renta disponible, un valor próximo al umbral que "permite afrontar posibles crisis".

ACCESO A FINANCIACIÓN BANCARIA

Por otra parte, el acceso a la financiación bancaria de las micro y pequeñas empresas centra el artículo de Joaquín Maudos, que señala que los datos del Banco Central Europeo muestran que estas empresas se enfrentan a condiciones financieras menos favorables que las compañías de mayor tamaño, si bien en los últimos años ha habido una clara mejoría que, por ejemplo, se manifiesta en menores diferencias en el tipo de interés de los préstamos bancarios.

En detalle, el coste que soportan las micro empresas se sitúa en el 4,12%, frente al 2,2% de las grandes, el 1,91% de las medianas y el 2,35% de las pequeñas. En líneas generales, el acceso a la financiación ahora solo es el principal problema para un porcentaje muy reducido de las empresas españolas (en torno al 7% frente al 22,7% de 2012), independientemente del tamaño.

LOS MAYORES, MÁS PRODUCTIVOS QUE LOS JÓVENES

De su lado, el artículo de Isabel de Sivatte, Ricardo Olmos, Cristina Simón y Mónica Martel analiza cómo influyen la edad, la experiencia y la formación del trabajador en la productividad medida por las comisiones generadas por la venta de productos y servicios.

A partir de una muestra formada por empleados de un importante banco español, los autores señalan que los empleados de más edad son claramente más productivos que los más jóvenes y lo mismo sucede con los que tienen mayor nivel de formación en comparación con los de menor formación académica.

La experiencia también afecta de manera positiva a la productividad, pero los efectos son mucho menores, según el artículo. Así, el rendimiento aumenta ligeramente con la antigüedad en la empresa y disminuye a partir de los 10 años.

Entre otras conclusiones, el artículo cita que un aumento de un año de edad está relacionado con un incremento del 36% en las comisiones, que un año más de antigüedad en el puesto de trabajo se relaciona con un 3,1% más de comisiones o que los empleados con un nivel de formación más alto (universitaria) generan un 68% más de comisiones que los empleados con formación secundaria o inferior.

Funcas prevé que Baleares se acerque al pleno empleo en 2020